En este blog ya me referí a las predicciones contenidas en ELAP acerca de la crisis. Seguramente por la inmensa mayoría serán percibidas como radicalmente catastrofistas, y es mas que sensato calificarlas de ese modo. Pero en ocasiones un apunte de catastrofismo puede resultar mas productivo que un estéril y vacío optimismo, sobre todo si ese optimismo en realidad esconde miedo ante lo que se avecina y temor a a que las propias responsabilidades sean evidenciadas a lo largo del proceso.
Os resalto la frase referente al modo en que algunos tratan la situación que nos toca vivir. Ayer mismo, en la cena, comentaba que resulta chocante que ciertas personas, dirigentes y súbditos, parecen albergar en su mente la idea de que estamos ante un crisis pasajera, algo mas intensa que otras, si se quiere, pero que es solo cuestión de tiempo que todo vuelva a ser-como-era….
No es cuestión de una crisis financiera, ni económica, ni ambas inclusiva. Ni siquiera de valores aislados. Para entenderla hay que percatarse de que es el-sistema-en-marcha el que ha fracasado. El sistema como modo-de-pensar y como modo-de-comportamiento. Esta es la filosofía, por así decir, que se encuentra en la base de mis consideraciones desde el comienzo de este blog, y aún antes, porque ya en Marzo de 2008, como creo haber comentado, cuando la crisis no se encontraba evidenciada entre nosotros, advertí que nos íbamos a encontrar con algo peor que en 1929 y que los números bancarios resultarían aterradores.
Predicciones y profecías aparte, lo que interesa es disponer de documentos para reflexionar Aquí os dejo este para el fin de semana. Seguramente llegaréis a la conclusión de que es excesivamente generoso en consumir catástrofe. Bueno, pero para concluir de esa manera hay que ejercitar la función del pensar….
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