“No paran ahí las cosas: el jueves presentó Memorias de un preso el otrora banquero y ahora sublimado pensador, Mario Conde. Nada de particular si no fuera porque el que fue presidente del intervenido Banesto refiere con todo lujo de detalles una conversación telefónica –supuesta conversación– con D. Juan Carlos en la que éste le manifiesta su indignación ante la inminente decisión del Gobierno de Felipe González de hacerse con Banesto. Corría diciembre de 1993. En abril de ese año había fallecido D. Juan de Borbón en la Clínica Universitaria de Navarra de un cáncer de laringe. Mario Conde pasó muchas horas en aquellas dependencias sanitarias y estrechó lazos de afectos con la familia real. Sin embargo –violando una convención democrática elemental- desvela ahora una conversación que deja desairado al Rey quien, además, ni puede ni debe responder, puntualizar, confirmar o desmentir la versión de Mario Conde”
![REYMC REYMC](https://www.marioconde.org/blog/wp-content/uploads/2009/09/REYMC.jpg)
Estas palabras las firma JA Zarzalejos en el confidencial. com. Ignoro quien es ese señor y no tengo idea de a qué titulo escribe. Ruego disculpas sinceras por ambas ignorancias y cualquier cosa pretendo menos ofender con ellas. No se si es periodista, pero me temo que ese tipo de comentarios, la forma de redactar y la penuria argumental, traslucen el estilo propio de los dictados. Pueden ser emociones. O quizás simplemente que su textura humana es así.
Pero tiene su cosa el comentario. Prefiere utilizar, en lugar de la expresión “intervenir Banesto”, que es la usual, la corriente, la que se maneja oficialmente, otra mas expresiva. “la decisión de hacerse con Banesto”. Demasiado, demasiado fuerte. No se trataba tanto de hacerse con Banesto como deshacerse de Banesto, entendiendo por tal lo que en ese momento representaba y era esa casa, esto es, un centro de opinión independiente, un poder financiero no alineado, un poder industrial que representaba el 1 por ciento del PIB y una presencia mediática nada despreciable. Se quiso deshacer eso. A estas alturas del curso si alguien quiere dudarlo, está en su derecho. Los hay que dudan de la existencia de la Antártida y no pasa nada.
Ahora asegura el comentarista que existe una “convención democrática elemental”. ¿Cual es?. ¿En qué código se localiza?. ¿Fabrica convenciones de democracia el que escribe?. Ignoro en qué consiste y dónde se encuentra redactada la norma. Claro que existen personas que no creen la Antártida, pero que se amarran a dogmas de fabricación casera que si no son respetados al pie de sus letras consideran a los violadores como reos de traición a sus ideales y suelen encender hogueras, preparar celdas o limpiar fusiles para el tratamiento de semejantes indeseables. No es el caso, supongo y confío, de quien escribe, pero puede dar la sensación de algo raro.
En todo caso eso de “desairar”.. Así que el Rey quedaría desairado por decir algo tan elemental como que normalmente en el mundo Occidental a un banco si tiene problemas es mejor ayudarle. Dijo mas cosas el Monarca en aquella mañana pero no hacen al caso. El rey expresó una opinión que se ha convertido en la conducta de todos los gobiernos occidentales en la crisis financiera que nos asola. Lo que tal vez no sería agradable es relatar que el Rey hubiera dicho al presidente del Gobierno que está muy bien eso de decidir políticamente “hacerse con un banco privado” sin mas razones que hacerse con él. Creo que el comentarista no ejerce cargo público ni ostenta forma alguna de poder, porque de lo contrario…No creo que eso de hacerse con cosas privadas desde el poder político pertenezca a algún código democrático de corte singular y privado.
Aquella decisión fue tomada por pocas, muy pocas personas. Las cosas acaban siendo conocidas. En la mente de muchos españoles se encuentran nombres propios. Esas personas serían, en su caso, las desairadas por el comentario del Rey porque si no atendieron a algo elemental, a algo que la experiencia, como digo, ha convertido en norma de conducta de todos los gobiernos del mundo, esas personas, quizás si quedan desairadas
¿Por qué le molesta al comentarista que se relate una opinión tan sensata del Rey que en lugar de desairarle le convierte en avanzado de como tratar una crisis -real o supuesta, por cierto- de instituciones bancarias de importancia?.
No se. Quizás deba favores a alguno de los que quedan desairados con esa posición tan sensata del Rey en su día. No se. Si supiera el curriculum ideológico o de intereses, la explicación de a quien se debe el comentarista, tendríamos quizás un poco de luz para escribir de semejante guisa, como dicen los castizos. O a lo mejor es que eso es todo lo que le ocurre, sin mas.
Me lo imagino, me lo imagino, pero es temprano, hace buen día aunque falta agua, y mejor dedicarse a menesteres mas reconfortantes para el cuerpo y el alma.
Claro que si alguno sabeis algo de este señor y merece la pena, en el sentido de que esclarece el motivo de fondo del artículo, podríamos comentarlo en día 24, al presentar el ilbro, pero, claro, no por él, por el que escribe el comentario, sino porque a lo largo de mi vida casi nunca contesto a nada de lo que dicen, pero casi siempre lo hago cuando se trata de mis relaciones con D. Juan de Borbón y D. Juan Carlos. Norma de la casa.