El valor de la educación en el siglo XXI en el Encuentro de Santa Eufemia
Como muchos sabréis, a partir del viernes nueve hasta el lunes doce se celebrará en Santa Eufemia del Arroyo -una bonita población vallisoletana-, el encuentro “Diálogos sobre la educación en el siglo XXI”. En él, aspectos esenciales de la educación serán abordados por diferentes ponentes -gran parte, compañeros de este blog-, y puestos a debate en grupos formados entre los propios asistentes. Se aprovechará además para mantener un contacto cordial con la idiosincrasia rural, lamentablemente cada vez más alejada de la realidad cotidiana de las grandes ciudades. También se realizarán actividades destinadas específicamente para quienes serán los auténticos protagonistas, pues constituyen su razón de ser: los niños.
Intentar acotar el concepto de la educación resulta una tarea casi imposible, dado que topa con el misterio esencial de nuestra propia naturaleza… Lejos de ser libre, un humano recién nacido es del todo dependiente, frágil, puro en su pequeñez e inocencia, sin mácula alguna de pensamiento racional, sin idea limitadora de su propia identidad, sin ningún patrón de pensamiento verbalizado… ¿Qué hay que enseñarle a este ser para que en un futuro consiga realizar al máximo posible sus potencialidades -y sea dichoso (la meta máxima)- sin que sufra innecesariamente los duros golpes con que a veces la vida nos incita al cambio? ¿Qué educación habría que brindar a un niño para que cuando madure se sienta realizado -integrado y aceptado-, al menos consigo mismo?
Y en cuanto al sistema, ¿qué hemos de alentar como sociedad: ciudadanos sumisos a las normas y útiles en su cometido, o individuos que al desarrollar su individualidad enriquezcan con su presencia y actos a su entorno, y por tanto, unos con otros a todo el colectivo? ¿Es una función que han de desempeñar los órganos que la sociedad donde le haya tocado nacer designen al efecto, o más bien es una labor conjunta en donde la implicación de la familia -en especial, la actitud presencial y formativa de los padres- marcará con mucho su estabilidad emotiva, sus valores humanos y su autoestima? ¿Hemos de permitir por el bien común que los niños -las siguientes generaciones que guiarán nuestro destino-, sean “uniformados” por medio de técnicas repetitivas más o menos sutiles, para que acepten como verdades, creencias impuestas y asumidas socialmente como parte esencial de la idiosincrasia política, cultural o religiosa del lugar donde éste haya nacido? En suma: ¿La educación ha de buscar una realización del individuo en el manejo de su libertad y estudio de sus potencialidades, o más bien ha de centrarse en la inculcación de unos valores aceptados como propios e idiosincráticos de la sociedad donde haya nacido, así como el conocimiento teórico y práctico de una función laboral útil a la sociedad y acorde a sus capacidades y recursos?
Preguntas, éstas, que son sólo un ápice de otras muchas que surgirán intensamente en este fructífero encuentro. Por lo pronto, los usuarios registrados pueden acceder si lo desean a la pestaña Encuentro “Diálogo en Santa Eufemia”, donde podrán ahondar en la información [que se muestra literal en este escrito, entrecomillada y en cursiva] aportada o sugerida por los propios compañeros, así como la necesaria para asistir a este encuentro y de paso conocer el hermoso paraje rural de Santa Eufemia del Arroyo, su historia y sus gentes.
“Educar es -en opinión de los mejores expertos- transmitir la educación recibida de nuestros ancestros hacia nuestros descendientes, de manera que la vida de ellos (de los que nos seguirán) sea más creativa y más placentera que la nuestra”. Seguir leyendo