Ayer, El País, desdiciendo una línea inveterada en el pasado, y en un ejercicio de sinceridad digno de sincero agradecimiento, dejó clara constancia de que a su juicio -y su juicio cuando de asuntos del Sistema se trata es muy cualificado- el Tribunal Constitucional es una instancia política. Es de agradecer la nitidez de la posición editorial, aunque silencie al tiempo que otras instancias judiciales, como el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional, igualmente actúan, en determinados casos, como instancias políticas, puesto que sus resoluciones producen efectos políticos y sobre ellas confluyen, en su proceso de gestación, intereses de tal naturaleza. Pero razonablemente no podía pedirse mas, al menos por ahora. A continuación, después de semejante avance cualitativo en la explicación de nuestra realidad juridico-política, el diario de Prisa se adentró en un tema muy sensible: la grabación telefónica de conversaciones entre abogados y defensores solicitada por la Fiscalía que lleva el caso Gürtel y acordada en su día por el Juez Baltasar Garzón. Seguir leyendo
El humano siempre ha tenido crisis financieras. Las crisis son reajustes de lo orgánico, de todo aquello que tiene vida y tiene necesidad de crecer. Y vivimos en una sociedad orgánica, cultural y económicamente, con sus ciclos, sus edades y sus etapas de desarrollo bien definidas. La de ahora es una más que por suerte, y de momento, no viene acompañada de guerras, cataclismos o epidemias. Se ha desarrollado en el seno de una forma de entender la convivencia humana, el capitalismo, que depende, en la mayoría de los casos, de un sistema tremendamente frágil: el sistema financiero. Este sistema está basado en algunos requisitos básicos: seguridad, confianza y egoísmo, individual y colectivo. ¿Tiene alguna particularidad esta crisis con respecto a las anteriores? La racionalización de las ideas es tan importante como la racionalización del trabajo. La guerra fue racionalizada por los holandeses y el trabajo por el fordismo americano. ¿De qué forma podemos articular la racionalización de la crisis actual? Para racionalizar la crisis habría que racionalizar el cúmulo de estructuras de donde nace. Para ello debemos analizar la organización social y sobre todo, lo que permite que el sistema y las formas de organización social pervivan: las estructuras de poder. Y cuando se pretende racionalizar el poder nacen alianzas extrañas, ideas arrogantes o postulados increíbles. El poder sólo es posible ante alianzas o divisiones. El nacionalismo o el patriotismo, por poner un solo ejemplo, son inventos de la raza humana que articulan mediante la alianza o la división los estratos de poder. Es un virus inyectado en el hombre parcelario que pretende dominar al otro a base de fuerza. El nacionalismo, o mejor dicho, el problema de las naciones, nace de la mano del capitalismo en las primitivas transacciones que se realizaban a la hora de formar identidades capaces de mayor poder. Esto sólo es posible cuando existe una mínima noción de cultura y de organización política. En cualquier tribu del Amazonas no existe necesidad de pertenecer a una cultura o a una organización, sencillamente porque no tienen necesidad de disponer de un mecanismo de control, social y cultural, que pretenda esas cuestiones y promueva esos interrogantes. Allí, las únicas crisis posibles son las derivadas de la fuerza de la naturaleza o las nacidas en la particularidad de cada sujeto. En nuestras sociedades complejas, las fuerzas de la naturaleza juegan un papel secundario y las crisis más profundas nacen de las fuerzas sociales, o los ajustes que los sistemas necesitan para reorganizarse a cada nuevo tiempo.
Agradezcamos la sinceridad. Por fin El País ha decidido calificar las cosas por su nombre, no todas, desde luego, pero sí algunas de mucha importancia en la configuración de lo que desde hace quince años vengo llamando El Sistema. Una de sus piezas es el Tribunal Constitucional, un órgano que, supuestamente, debe tener naturaleza jurisdiccional y, en consecuencia, sus decisiones deben ajustarse a la Ley y solo a Ley. Su misión, por otro lado, es relativamente sencilla porque solo tiene una Ley como referente: a la Constitución, d e modo que se trata de saber si la actividad normativa del Estado se ajusta o no al debido respeto a la Constitución. Pues bien El diario de Prisa acaba de decir en un memorable editorial lo siguiente:”Sólo desde una falsa ingenuidad se puede pretender que el Constitucional es un órgano jurisdiccional inmune a la política. Primero, porque sus integrantes son designados por los dos grandes partidos, que articulan las mayorías parlamentarias precisas para los nombramientos preservando sus respectivas cuotas…Si política es su función, políticos son también los efectos de sus sentencias. Y mucho de lo que las rodea.” Sinceramente yo no sabría explicarlo mejor y mas claro. Seguir leyendo
La entrevista la acabo de leer en el País. Este es el enlace. Plantea diferentes cuestiones, entre ellas la recuperación de Keynes, el papel del Estado como regulador del mercado, la conveniencia de subir impuestos y otras del estilo. Se trata de George Akerlof, Premio Nobel de economía en 2001. De todos los aspectos de su entrevista me interesa, por eso del egoismo hispánico, lo que se refiere a nuestro país. No es que diga cosas estrafalerias ni estridentes, sino lo que algunos llevamos sosteniendo desde hace muchos años frente a las declaraciones de la ortodoxia oficial, una de cuyas últimas manifestaciones fueron las palabras del Gobernador del Banco de España, Ordoñez, al periódico inglés Financial Times, que avalan muchas cosas pero no estoy seguro que una de ellas sea una auténtica independencia de criterio y de actuacion, pero eso ahora importa mas bien poco. Seguir leyendo
Debería preocuparnos mucho el poder del Estado para penetrar en las mas profundas áreas de nuestra intimidad. Quizás en mi caso, por haber sufrido de manera especial y singular un espionaje ordenado por Narcis Serra, entonces Vicepresidente del Gobierno y hoy todavía presidente de Caixa Cataluña, que, para mas inri se pagó con fondos reservados y se ejecutó por una empresa extranjera (KROLL), soy singularmente sensible a la materia. Pero a todos nos debería interesar sobremanera que la nueva tecnología, indiscutible en su uso contra el terrorismo, acabe convirtiendo nuestras libertades reales, ya muy cercenadas de facto por la operativa de El Sistema, en un esperpento dialéctico, un espantapájaros confeccionado con grandilocuentes palabras de un texto constitucional. Seguir leyendo
Me remiten un artículo de LInden referido a las verdaderas razones del cambio climático. Analiza con detalle el controvertido asunto de las emisiones de CO2 para concluir, con independencia de su carácter dañino, que no puede, con los números en la mano, afirmarse que son las auténticas responsables del cambio climático.
Ya se que algunos políticos niegan tal cambio y otros muchos, sin dedicarse a ese oficio, también mantienen como mínimo un nada disimulado escepticismo acerca de tal mutación, debido, entre otras razones, a que carecemos de bases estadísiticas suficientes como para construir una tesis de cambio o mutación en algo tan denso y necesitado de serenidad y base estocástica como es el clima del planeta. Seguir leyendo
Barro y más barro por los caminos que llevan desde Zumaia a su tesoro natural al borde del mar. Es la ruta del “flysch”, senderos de vista aérea junto a espectaculares acantilados. Viajamos por el tiempo pasado junto a esas rocas de la costa occidental guipuzcoana que nos ilustran 60 millones de años de historia. A nuestros pies, inmensos abismos enseñoreados ante unas olas por fin amansadas tras días de mucho furor. Ahí abajo una larguísima historia geológica escrita en sucesivos estratos rocosos. Al oeste, el presente en todo su marino esplendor, un prolongado y verde litoral que se apercibe entre la bruma y que alcanza hasta Matxitxako. Seguir leyendo
Ayer fue Ourense, en la línea de León.
Seguimos trabajando
Gracias a todos los que asistieron físicamente y a los que de otra manera estuvieron presentes.
Antes de que la crisis formara parte del consciente colectivo, ya anunciamos en este blog que la similitud entre nuestro problema y el vivido/sufrido en Japón no era materia despreciable. Al contrario: podrían extraerse lecciones. Y eso de las lecciones sirve para evitar suspensos que, en el caso de los políticos, ellos ni siquiera pagan con votos y los empresarios lo hacen con suspensiones de pagos, quiebras, despidos y demás efectos colaterales.