Los empresarios son los responsables. Los banqueros los salvadores

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231M Martin

Ayer, al leer los comentarios del blog sobre Davos, me encontré con una referencia de ALAYA a una declaraciones realmente sorprendentes. Las efectuó Miguel Martín en el Congreso de los Diputados. La síntesis es muy clara: todos, absolutamente todos, incluyendo reguladores, analistas, políticos, financieros, empresarios e individuos en general, no sólo estamos equivocados sino que, además, no tenemos la menor idea de lo que sucede a nuestro alrededor. De nada sirven las estadísticas, los datos, lo que a diario aseguran los directores de sucursales bancarias, los responsables financieros de las empresas, los pequeños y medianos empresarios que acuden a intentar renovar sus pólizas, los particulares que no consiguen financiar sus deudas, los autónomos colapsados en sus negocios por falta de crédito bancario. Todos son -somos- ignorantes y la ignorancia consiste en que desconocemos que es la banca la que está salvando a la economía de este país.

Martín diseña la crisis como una película de buenos y malos. Estos últimos, los malos, los culpables, los responsables del dislate que nos toca vivir, son -somos- los empresarios de la economía real. Los buenos son los banqueros porque gracias a ellos, a su entrega a la causa de la economía nacional, nos mantenemos todavía en una situación respirable. Con semejante diseño podréis comprobar que cuanto os he contado en este blog acerca del posicionamiento de los reguladores del Banco de España en la dicotomía economía real/economía financiera no eran tormentas mentales provocadas por insufribles cuotas de dolor interno. Eran, y son, sencillas y tremendas realidades.

Miguel Martín es el Presidente de la Patronal bancaria, una posición que ocupó durante muchos años Rafael Termes, hombre vinculado al Opus Dei, y de manera mas directa a Luis Valls Taberner, Presidente del banco Popular y destacado dirigente de la Obra. Su sucesor, Jose Luis leal, fue Ministro de economía con UCD. En mi época de Presidente de Banesto tuve mucho que ver con su nombramiento para ese puesto. La patronal bancaria nunca contó demasiado. El mando correspondía a los llamados siete grandes. Ahora, después de las fusiones, todavía menos, porque entre BBVA y Santander, junto con Caja Madrid y La Caixa, dominan por tamaño el sistema financiero.

Miguel Martín es un personaje que podría definirse desde muchos planos pero creo que con sus declaraciones en el Congreso de los Diputados ha compuesto el retrato de sí mismo con una precisión de trazo y colorido que para sí quisiera Antonio López. Sus palabras literales ante sus señorías parlamentarias han sido la siguientes: “Es la economía real la que pone en riesgo a la banca y si la economía no se hunde aún más es porque la banca es capaz de sostener la posición deudora (de España) en el mundo”. Como decía, el autorretrato que efectúa de sí mismo con estas palabras goza de una expresividad sobresaliente.

Unas lineas, solo una “anécdota”. El hombre Martín era Subgobernador del Banco de España en 1.993, en el momento de intervenir Banesto. Por alguna razón que ignoro, Rojo, el Gobernador, quiso mantenerle apartado de los asuntos propios de nuestra entidad desde que le nombraron Gobernador. Me lo dijo expresa y tajantemente de modo que evitaba cualquier interpretación distinta a la de “no me fío de este hombre”. Sin embargo, cuando el mecanismo político se puso en marcha, cuando desde el poder político se decidió la intervención del banco, el Gobernador fue apartado a un rincón de su gigantesco despacho y el hombre que efectúa hoy estas sorprendentes declaraciones apareció súbitamente en escena, dotado de una autoridad que nadie supo de dónde provenía. Pero mandaba. Fue él quien me ofertó la compra de mis acciones de Banesto. Fue él quien me dijo en presencia del Gobernador: “el problema no es Banesto; el problema eres tú”. Y fue él quien cenando en casa de Enrique Lasarte, consejero delegado del Banco en el momento de ser intervenido, sentenció refiriéndose a la intervención de Banesto:

-Si nos hemos equivocado malo para vosotros, porque el sistema no puede equivocarse y entonces tendremos que hacerlo bueno por la vía penal. Os enviaremos a Eligio

Eligio Hernández era en ese momento el Fiscal General del Estado. No puedo concretar a quien se refería M. Martín con ese “os” mandaremos. Cuando era Ministro de Defensa, Julián García Vargas me indicó algo acerca de extrañas vinculaciones de M. Martín con movimientos políticos extremistas, pero no lo retengo demasiado bien como para relatarlo en detalle. Pero en todo caso, no sólo demostraba que primero intervinieron y luego se pensaron la razón, sino que evidenció un uso alternativo del derecho en materia tan sensible como la libertad personal y el derecho Penal. Bueno, uso alternativo del derecho y de un actor tan significado como el Fiscal General….

Fernando decía ayer que si hay un gobierno enfermo, es porque una sociedad está enferma y esto a su vez es porque hay muchos individuos enfermos, y todo organismo que se cree comenzará lastrado por nuestra propia enfermedad. Y lo peor de todo es no comprender esto, porque entonces los culpables siempre son los otros, y nunca hay responsables.

El eje central sigue siendo el individuo. Si el individuo no cambia no podremos construir nada sólido. El sistema ha producido individuos enfermos que no son conscientes de su enfermedad. Y los sitúa, por razones diversas, en puestos de poder. Y sus acciones reflejan, traducen en actos su enfermedad interior. Y de esta manera el modelo se reproduce de modo constante, diario, impenitente. Por ello el individuo. Atención al hombre. Mientras no cambie el hombre no cambiaremos nada. Vuelvo a la frase del Premio Nobel en el Congreso de Avila: el problema es la educación y tendremos que volver a empezar por la enseñanza primaria.

Creo que M Martin es un modelo paradigmático del tipo de producto humano que hemos conseguido fabricar. Supongo que los banqueros no estarán contentos con esas declaraciones y que serán conscientes del daño que acaba de infringirles el teórico presidente de su asociación. El diario El País ya ha tomado nota porque minimiza semejante despropósito que deja de ser noticia en sí mismo para integrarse en una referencia dentro del comentario general de la reunión de ayer de Zapatero con ciertos banqueros. Tampoco he conseguido localizar la noticia en El Mundo. Casimiro Garcia Abadillo, Vicedirector del dairio, mantiene una excelente relación personal con Miguel Martín. La viví en primera persona.

Pero en sus declaraciones de hoy se comprueba lo que tantas veces he escrito en estas páginas: el desprecio por el sector real de la economía que sentían los responsable del control del sistema financiero. Por ello instauraron las nociones de riqueza financiera como diferenciada de riqueza real. Por ello alentaron los productos derivados y similares. Por ello provocaron la avaricia como norte de actuación de los responsables del llamado sector privado. Por ello el mundo creció virtualmente. Por ello los empresarios reales se dan cuenta ahora de que el suministro de dinero a la economía no puede dejarse en manos de personas que así piensan, que debe ser tratado como lo que es, un bien social. Por ello, confío, el panorama del día después será distinto al que inspiraron e implementaron personas como Miguel Martín.

Sus declaraciones, debemos reconocerlo, han contribuido a aclarar el panorama de manera muy notable. Permiten definir con claridad lo que ha pasado, lo que sigue sucediendo y lo que debe evitarse en el futuro. Precisamente por ello hemos de estar agradecidos a su obsceno retrato. Los banqueros y los reguladores y los medios de comunicacion integrados en el modelo que sufre las consecuencias de sus actos, supongo que no lo agradecerán tanto. Los ha desnudado con cuatro o cinco palabras. Quizás es lo que deseaba porque en personas así nunca se sabe. En todo caso, gracias.