El “molino del diablo” (sobre la esclavitud del reloj)

“Manipulados por el tiempo” es un excelente documental  de Xavier Marquis en el que se realiza un estudio revelador  del tiempo y su influencia cada vez más creciente en la vida de los individuos; en especial, tras la  implantación del reloj. Este texto resume parte de su contenido.

El  profesor de psicología Richard Wiseman realizó el siguiente experimento: en un mismo día, a la misma hora local, midió en treinta y dos países distintos cuánto tardaban los peatones en recorrer veinte metros de acera.  El resultado indicó que en pocos  años habíamos aumentado un diez por ciento nuestra velocidad al caminar. La pregunta que se plantea Richard Wiseman es de por sí inquietante: ¿Hasta qué nivel puede  el hombre soportar la presión de la velocidad sin caer en la locura?

Rentabilizar el tiempo se ha constituido en una verdadera obsesión en nuestra sociedad. Un ejemplo de ello se da en la concurrida Oxford Street, donde estuvo estudiándose seriamente la posibilidad de abrir una autopista para peatones. Según el representante de los comerciantes de la zona, es tal el volumen de transeúntes, que muchos ciudadanos se quejan de la pérdida de tiempo que les suponen los peatones indecisos o los turistas. Por eso se propuso crear una normativa que facilitara una vía específica para los peatones que quisieran caminar a ritmo rápido; quien empleara esa vía no podría hablar por móvil ni caminar lentamente. Aunque el gobierno local se mostró interesado, el coste que supondría dedicar personal y medios para controlar su uso, sería excesivo.  En todo caso, la llamada “furia de la acera” dejó hace tiempo de ser un comportamiento anecdótico, cuando un peatón fue asesinado en las escaleras del metro de San Francisco por caminar despacio; un disparo acabó con su vida.

La socióloga Anne Flemmert Jensen realizó un estudio del tiempo libre en  niños de cinco países occidentales, a petición de la multinacional de juguetes Lego. Presentó los resultados en una conferencia de título bastante revelador: “La desaparición del juego”. Según ella, estamos propiciando individuos expertos en reproducir conocimiento, procesar información o aprender rutinas, pero incapaces de buscar soluciones creativas e innovadoras… Los niños de hoy en día apenas disponen de tiempo para el juego libre. Aunque realizan actividades lúdicas y deportivas fuera del horario escolar, éstas forman parte de un programa tan organizado y estructurado como las clases en sí mismas. No hay lugar ni tiempo para que el niño recree libremente su propio universo mediante el juego improvisado y la imaginación.

Nelson Training es una iniciativa que anima a gestionar el tiempo de una forma tan estricta, que ha levantado críticas al respecto. Como ejemplo, uno de sus entrenamientos consiste en escribir cada quince minutos lo que se ha estado haciendo durante ese tiempo; lo llaman un  time blog. Nadie duda que controlando tan intensamente el uso que damos a nuestro tiempo se tiene mayor conocimiento de en qué lo gastamos o perdemos, pero como se pregunta  la psicóloga Nicole Aubert, ¿con esos niveles de autocontrol, resulta realmente positivo intentar rentabilizar así nuestro tiempo?

Ansiamos como colectivo obtener lo máximo en el mínimo de tiempo. En ese sentido, las manecillas del reloj se han convertido como obsesión en los grilletes de nuestra existencia… pero no siempre ha sido así. Como explica el profesor de psicología Robert Levine, la puntualidad como tal ha comenzado a ser considerada como una actitud positiva desde hace poco tiempo. Antes de la revolución industrial, ser puntual equivalía a ser cuidadoso, detallista. A finales del siglo diecinueve, la puntualidad -entendida como “cuidado y diligencia en llegar a un lugar o partir de él a la hora convenida”-  comienza a considerarse algo “bueno”; de forma paralela, empieza a despertar interés el estilo de vida que busca como prioridad rentabilizar el tiempo.

Hubo personas que quisieron mantener su propia percepción del ritmo del tiempo -permanecer en un enfoque menos mecánico, más natural-  pero con este proceder carecían de recursos para poder sostener su estilo de vida: pronto comprendieron que si querían subsistir en el mundo moderno, tendrían que adaptarse al ritmo del reloj. De todas formas, junto con quienes expresaron su rechazo a someter su libertad a las directrices de una máquina, también había remolones por propia naturaleza… A estos no había manera de hacerles comprender el valor del dinero que perdía la fábrica por su impuntualidad. Así, perdida la posibilidad de concienciarles por medio de la razón, se optó por una vía más drástica: descontándole dinero de su sueldo en proporción a su tardanza. Por otro lado, con la intención de condicionar a las nuevas generaciones, comenzaron a editarse libros para niños en los que se equiparaba la tardanza con un pecado: llegar tarde podría provocar accidentes de trenes, conflictos bélicos, crisis económicas sin precedentes y hasta la ruptura de las relaciones más estables…

Según la escritora, filósofa y poetisa Jay Griffiths, el valor que los misioneros cristianos daban al tiempo del reloj sorprendió tanto a los pueblos algonquinos que poblaban Norteamérica, que denominaron a éste “Capitán reloj”, por fundamentar en torno a él los misioneros todas sus actividades cotidianas. También destaca la existencia de un pueblo argelino que se refiere al reloj como el “molino del diablo”, y que considera a la velocidad una fuerza demoníaca y competitiva… Aun así, como todos sabemos, se ha impuesto globalmente la visión estructurada  del tiempo del poderoso “Capitán reloj”; proceso que Jay Griffiths denomina  la “cocalización” del tiempo. En ese sentido, a pesar de que mundialmente se acepta el tiempo del reloj (variando en algunas culturas el inicio del calendario y, por tanto, la numeración del año en que vivimos, entre otras singularidades), existe cierto racismo ideológico a la hora de tener en cuenta el valor que cada país le asigna a su tiempo… Por ejemplo, se suele hablar en tono jocoso y a veces peyorativo de la hora mejicana, la hora africana o la india (por no citar a nuestras autonomías), dando a entender que los nativos de estos países, por su idiosincrasia o el pobre desarrollo tecnológico de su base social,  no son fieles al tic tac del reloj: no son agudos, no están “puestos”. Sin embargo, en algunas ocasiones es precisamente el desconocimiento de su idiosincrasia y la cerrazón al considerar que nuestro modelo de vida es el más moderno -y por ello, el más desarrollado-, lo que nos impide conocer y comprender la señal de sabiduría que pueda darse en quienes saben valorar y disfrutar la belleza incomparable e irrepetible que nos brinda cada momento.

Ése es quizás el gran problema en la percepción lineal y vallada del tiempo. Como se indica en este documental, cuando contemplamos el espacio –un paisaje, por ejemplo-, no lo vivimos en función de los metros cuadrados que visionamos, ni de la altura ni volumen de los árboles, ni lo seccionamos en graduaciones de ángulos ni en condensaciones de materia…. El espacio no lo vivimos midiéndolo: aceptando que contiene infinidad de formas en constante proceso de interrelación por interdependencia, lo vemos y vivimos como uno. ¿Por qué entonces el otro valor esencial de nuestra experiencia tridimensional -el tiempo- lo vivimos desde un punto de vista tan matemático, tan ilusoriamente totalitario? ¿Por qué nos parecería una estupidez considerar real el recuerdo de una experiencia pasada, y sin embargo, otorgamos realidad a la línea imaginaria que supuestamente “une” el tiempo pasado, el tiempo presente y el tiempo futuro con este “ahora” temporal, el único tiempo en el que sucede la experiencia de la existencia?

La razón esencial de ese enjaulamiento global del tiempo, obedece a las necesidades de la revolución industrial. Como se comentaba, hasta el siglo diecinueve no existía una cultura del reloj, siendo ésta propiciada por las grandes fábricas como vía para alienar a los trabajadores en la necesidad de cumplir una pauta reglada y fija de producción, como una extensión de las máquinas. Los relojes comenzaron a aparecer en 1830 en las torres de las fábricas en Gran Bretaña; era una manera de hacer presente la existencia del tiempo y la necesidad de someterse a él (y por supuesto, de no poder darse la excusa de ignorar la hora en que se había entrado a trabajar). Los trabajadores de entonces los destrozaron al sentir herida su dignidad, por considerar una ofensa para el espíritu humano el comparar su tiempo con la automatización de las máquinas.

Hoy en día puede resultar incomprensible su reacción; tal es el grado en que hemos asumido con normalidad nuestra doblegación al tiempo horario.  Con el transcurrir de las generaciones no sólo nos hemos doblegado a la estructuración del tiempo -vallado por franjas de segundos, minutos y horas-, sino que además hemos caído como colectivo en el otro lado del entramado industrial: de trabajadores sometidos al horario laboral, hemos pasado a convertirnos también  en consumidores alienados. Hoy en día, donde el factor esencial de la producción estriba en producir más deprisa, se hace necesario un consumo creciente -equivalente al aumento de producción- para que la economía se mantenga equilibrada. El consumo por el consumo y el ansia por ganar tiempo al tiempo (convertida en un fin por sí misma), son algunos de los amargos frutos de esta visión enfermiza.

Muchas personas y colectivos se han dado cuenta del sinsentido y la locura que implica esta forma vital de concebir el tiempo. Así, nació slow movement, un movimiento presente en más de cuarenta países, y que busca una ralentización del ritmo de vida como vía imprescindible para disfrutar del trabajo, de las ciudades, de la comida y de los pequeños detalles que constituyen nuestra experiencia cotidiana del vivir. Se hace por tanto necesaria una comprensión esencial de la forma en que países menos ricos pero más felices abordan su tiempo, de cara a intentar equilibrarla con nuestra actitud “ansiosa”.

Por ejemplo, los universitarios de Oxford o Cambridge, quienes representan a la futura cúspide del liderato empresarial, se encontraban tan saturados de estudios, programas y actividades, que habían dejado a un lado el factor creativo y el disfrute de las cosas. Al comprobar el nivel de ansiedad en el que vivían, se les aconsejó que bajaran el ritmo.  A pesar de ser excelentes estudiantes, habían caído en la misma actitud errónea a la que se le incita a caer a cualquier persona corriente: nos llenamos de actividades para mantener la mente ocupada al máximo y evitar así ahondar en las cosas que realmente nos importan y a las que deberíamos dedicar nuestro tiempo y atención.

Una de las consecuencias de vivir en un estado de constante ansiedad, es que nuestro comportamiento tiende a ser superficial, alterado, agresivo… Se hace necesario recuperar ese estado de calma -de reflexión antes que de reacción- que posibilite las relaciones humanas profundas y el disfrute de los pequeños detalles: la sublimación de la paciencia… El principal obstáculo es el tabú cultural que nos hace considerar la lentitud como un sinónimo de torpeza o estupidez, frente a la eficacia de lo rápido. La velocidad se convierte en problema sólo cuando es una opción asociada a prácticamente todo lo que hacemos. Hoy en día, si preguntamos a cualquier ciudadano “como estás”, suele responderse que “muy ocupado”, como dando a entender con ello que se es moderno, que aprovecha su tiempo, que es productivo. El mensaje “Soy tan importante que ni siquiera tengo tiempo para atenderte” suele considerarse un reflejo inevitable del éxito.

Según Jonathan Gershuny, Director del Departamento de Sociología de la Universidad de Oxford,  la denominada “insignia del honor” la establecía antiguamente la holgazanería. El pudiente vivía para dispendiar la fortuna de sus padres, y ese proceder evidenciaba su nivel social. El problema surgió con el aumento de la esperanza de vida. Antes, las personas morían a los cuarenta o cincuenta años, por lo que sus hijos obtenían toda su fortuna en la juventud.  En la actualidad, la esperanza de vida supera los setenta u ochenta años, y desde los sesenta  o antes, muchos entienden la etapa dorada del júbilo como una época en la que gastar su fortuna antes de que llegue la muerte, por lo que sus hijos ya no lo heredan todo, o  lo hacen cuando parte de su juventud -si no toda- se les ha ido.  En esta nueva realidad los ricos educan y entrenan  a sus hijos para que ganen grandes sueldos y no dependan sólo de su patrimonio. Por esa razón, la clase dominante, la que antes holgazaneaba como signo de distinción, hoy reflejan su posición manteniéndose ocupadas.

Esa mala fama de la ociosidad se ha masificado hasta tal punto, que muchos consideran que no hacer nada es patético; que “hacer es vivir” y que “no hacer nada es no existir”. Ante esta perspectiva general, se debe mantener la fortaleza en nuestros valores personales si se quiere intentar vivir en contra de la corriente aún mayoritaria que considera perder el tiempo (y  la vida)  el dedicarse aparentemente a no hacer nada  salvo disfrutar del instante, sin horarios ni actividades, sin condicionamiento previo alguno. Vivir, tan solo.

No sabemos si nos dirigimos al hombre holgazán o al hombre activo, pero sí  que cada vez  será menos necesaria  la mano de obra, por cuanto la tecnología la irá reduciendo paulatinamente.  En el año 1820 se trabajaba 70 horas a la semana; en 1860, 60 horas; en 1960, 40 horas… y se estima que en el 2015 se trabajará una media de 20 horas semanales. El problema apuntaría entonces, no al trabajo en sí, sino a qué harán tantos millones de personas con su creciente tiempo libre. Por ahora, la solución ha sido crear nuevos puestos de trabajos -acordes al desarrollo tecnológico- como vía para permanecer activos y no afrontar el vacío que genera la libertad de su ocio.

¿Hasta qué punto “ser activo” ha sido y es una respuesta individual y voluntaria -que afirma nuestra personalidad- o más bien una coacción social para vivir más deprisa y formar parte de la maquinaria social?

¿El temor a formarnos un criterio sentido y profundo sobre nuestra muerte,  es lo que nos impele a vivir deprisa y a intentar llenar con emociones y “cosas” el vacío que evidencia en su creciente aumento nuestra cercanía a la experiencia que presentimos como nuestra desaparición –quizás con preámbulo doloroso- en la nada?

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169 pensamiento sobre “El “molino del diablo” (sobre la esclavitud del reloj)

  1. EOLO

    Me leí hace no mucho tiempo y gracias a una persona que me recomendo de este foro «Elogio d ela lentitud» de Carl Honeré. Expone de una forma muy entendible, como hay movimientos que desafían al culto de la velocidad.
    Personalmente, compraria tiempo.
    Tengo un amigo que dice que todo se puede hacer y lo unico que tenemos es que priorizar. Pero a mi me sigue faltando tiempo.
    Y a medida que me hago mayor necesito mas tiempo.
    Intento compensar, durmiendo menos, pero …
    Y no quiero obsesionarme … pero es mi realidad.
    El tiempo me obsesiona.

    EOLO
    uuuuuuffff

  2. superviviente

    Naci en Africa, por entonces nosotros los occidentales llevabamos reloj, los nativos no lo usaban, las pautas de comportamiento eran distintas y lo siguen siendo aunque no tan evidentes como antes. A medida que avanzamos hacia el Sur observaremos como las gentes son mas tranquilas, mas pausadas, ya en la propia Andalucia se pueden observar personas tanquilamente en las calles y plazas de los pueblos, algunos sentados sobre algún escalón de la entrada de una casa otros sencillamente paseando o pasando el tiempo sin más. Todo esto es fácil de deducir, a menor industralización menor stress y menor velocidad de movimientos. Si seguimos más al Sur y entramos en Marruecos, la cosa se nos hace extraña, cruzamos el estecho y nos damos cuenta de la diferencia abismal en el comportamiento de las personas en este sentido, veremos los cafetines llenos, las calles llenas de gente, algunos con un té en la mano se pueden tirar todo el dia sentados, es otra forma de entender el tiempo.

    Sin embargo en Occidente el tiempo se ha apoderado de nosotros, las agendas repletas con los asuntos del dia no dán para más, el teléfono no para, las distancias las hacemos más cortas destrozando asi su significado y su recorrido exacto, las medidas no son iguales, lo hemos distorsionado todo, lo que antes nos parecia un mundo, ahora nos parece que está ahi al lado.

    Hemos estructurado el tiempo, nos hemos formado un calendario mecánico del que somos esclavos, el tiempo no lo vivimos, tampoco las distancias, nos movemos sencillamente en él pero sin saborearlo, sin poder pensar ni reflexionar que es lo mejor que nos dá el tiempo. Sin duda Oriente y Occidente tienen dos maneras muy distintas de vivir la noción del tiempo. Saludos.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @superviviente, Meizoso escribía también al respecto hace unos días. Creo firmemente en que el medio nos condiciona a niveles profundos. Por esa misma razón, cuando un cultura o pueblo desvalora su medio natural y sucumbe a la ambición del “progreso” a costa de erradicar su medio natural, creo que no es consciente de hasta qué punto está entregando también su esencia.

      En una tribu que aún hoy en día conserva intacta su idiosincrasia en la zona de Oceanía, su líder comentaba precisamente lo íntimamente relacionados que estaban con la naturaleza que les rodea. “Nosotros estamos en la naturaleza y la naturaleza está en nosotros”.

    2. Antonieta

      @superviviente,
      ¿Me quieres decir que Mérida es una ciudad de África? O sea, soy africana y yo sin saberlo…jiji
      Buenas noches, encanto.

  3. FGUTIERREZ

    Excelente artículo.

    El tiempo no existe per sé y sólo cobra sentido en la relación con los demás, porque el tiempo siempre esta ahí vuelve y vuelve y, nuestra propia vida es un reloj que nos marca las horas de nuestro destino.

    Hay que parar el reloj y ver el tiempo pasar: Eso nos hace eternos. Hay que vivir intensamente nuestra vida o nuestro tiempo: esto nos hace sentir parte del agua del río.

    Hoy al mirarme al espejo veo el reflejo de lo que ya no volverá me siento reloj donde las manecillas son mis canas, mis arrugas o mis dolores de muela.

    Buenos días

  4. Pau Llanes

    Los griegos, sus filósofos, inventaron el tiempo… los suizos, los cu-cus y los relojes de pulsera… No es lo mismo, por supuesto…

    Bon dia a todos; el próximo día les escribo más cerca, al lado.

    Pau Llanes

  5. zerogravity

    Muy interesante el artículo.

    Adjunto link del Proyecto Venus del visionario Jacque Fresco, que seguro conocereis. Proyecta un futuro (desde 1975) de ciudades-islas-, sostenibles, tecnológicamente tan avanzadas, donde el hombre se centrará, en cultivarse a si mismo, por que ya no tendrá que trabajar, como hasta ahora. Saludos

    http://www.thevenusproject.com/

      1. zerogravity

        @juanarmas, Asi es Juan, tb, el apartado de Preguntas frecuentes es muy interesante. Como plataforma anti-Sistema y generadora de caminos, ideas y valores nuevos interiores para afrontar los cambios necesarios en el exterior, tiene que ver mucho con este, el Blog del Sr. Conde. Creo yo.

  6. Isabel

    Estupendo artículo el de hoy Juan…
    Vivimos deprisa, comemos deprisa, caminamos deprisa…Casi todo lo hacemos de manera rápida y veloz no sea que no nos dé tiempo…
    Así, con la rapidez puesta en todo lo que hacemos, se nos pasa el tiempo sin ser conscientes de que no vivimos con tranquilidad y armonía, y que nos perdemos muchas de las cosas que solo se perciben desde la quietud, desde la calma.
    Intentamos apoderarnos del tiempo y queremos ganar la partida al reloj sin darnos cuenta de que es la peor hipoteca que podemos asumir…
    Solo cuando se nos está acabando somos conscientes de que no nos ha servido de nada vivir tan rápido…total para qué, ¿para llegar antes? ¿a dónde? Es entonces cuando desgraciadamente quisiéramos volver atrás y recuperar algo de ese tiempo que desperdiciamos viviendo deprisa, solo que entonces ya es demasiado tarde.
    Vivamos el tiempo tranquilamente y siendo consciente del momento, es la única manera de no perder el tiempo.
    Gracias Juan por tu acertado artículo
    Buen comienzo de semana a tod@s

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Isabel, no es casual, como bien sabes por experiencia personal y laboral, y como muchos también hemos experimentado, que dejarnos «cargar» por la naturaleza nos ayuda a que, al menos en su presencia, «vivamos el tiempo tranquilamente y siendo consciente del momento». Con algo de suerte, nos llevamos a la gran ciudad esa serenidad que nos manifiesta.

      Un abrazo

  7. Socrates

    «Reloj no marques las horas
    Porque voy a enloquecer
    Ella se ira para siempre
    Cuando amanezca otra vez
    No más nos queda esta noche
    Para vivir nuestro amor
    Y tu tic-tac me recuerda
    Mi irremediable dolor
    Reloj detén tu camino
    Porque mi vida se apaga
    Ella es la estrella
    Que alumbra mi ser
    Yo sin su amor no soy nada
    Detén el tiempo en tus manos
    Haz esta noche perpetua
    Para que nunca se vaya de mí
    Para que nunca amanezca.
    »

    No uso reloj de pulsera ni me despierto con despertador. Este foro modificó mi ritmo circadiano hace un año.

    P. S.: Hay que ver Juan que vaya temas mas curiosos traes a colación y debate a nuestra ágora. Sin duda, un 10 en originalidad. Gracias crack.

      1. Socrates

        @Q, No, qué va… ¡Qué romancero! que no es lo mismo (según mi abuela que aún vive). Gracias y buen lunes.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Socrates, dicen que hubo un sabio consejero, que ante el adulterio de la esposa del rey, lejos de cortarles a ésta y a su amante la cabeza -como pedía el airado marido- le aconsejó que los desnudara, se abrazaran en medio de la plaza y se les atara así durante varios días…

      El rey le miraba sorprendido… «Cornudo, vale, pero encima que sea escarnio de todo el pueblo…¿¡Estás loco!?»

      Pero confiando en el anciano, así se hizo.

      Los amantes, inicialmente, no pudieron esconder su júbilo (sobre todo él…) Tras un día juntos, la sensación de sudor, el hedor del vaho y de las inevitables defecaciones… Según dicen, cuando desataron a los enamorados huyeron cada uno en una dirección contraria. ¡Y aún no había reloj que marcara las horas!

      Yo creo que tu abuela tiene razón.

      Un abrazo 😉

      1. Socrates

        @juanarmas, A maitines no me acordaba de aquel original concurso televisivo El tiempo es oro presentado por Constantino Romero y ayudado por una azafata exótica (¿qué habrá sido de ella? A él aún lo he visto/ escuchado en otras «películas» y saraos. Conocí a una chica que lo conoció por temas de trabajo, y parece ser que no perdía el tiempo no…)

        Un abrazo cachas del foro. 😉

  8. Eliseo de Bullón

    El problema es el desajuste entre mi tiempo interior, y el tiempo de mi actividad exterior y del medio que me rodea.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Eliseo de Bullón, ¿y si el problema estuviera en la propia concepción dinámica del tiempo? ¿cuándo y dónde se puede ajustar el tiempo interior con el del medio que me rodea? Gracias por abrir el planteamiento.

      1. Eliseo de Bullón

        @juanarmas,
        Hay que sincronizar tiempo mental, el tiempo que me lleva hacer algo, el tiempo que me lleva entender algo, con el tiempo que «tengo» para hacer algo o para entender algo.

        Vendría luego otra sincronización. La sincronización de verdad. La de mi tiempo mental con la del tiempo de mi espíritu. O con el no-tiempo.

        «Si lo abandonas todo, lo obtendrás todo».

  9. Q

    Se nota que eres isleño. Original desarrollo. Gracias Sr. Armas, hacía ya tiempo…

    Creo que el tiempo en última instancia no existe en absoluto, que el universo es estático e incluso creo que el movimiento es una ilusión. Cuando miras mis manos moverse en el universo real, si pudieras permanecer fuera del universo como si fueras Dios y vieras el universo como realmente es, verías que esta apariencia de movimiento es una ilusión, y esto es lo que creo. Ahora, los argumentos que me han llevado a ello… es una larga historia. Empieza con Newton cuando escribió sus leyes de movimiento hace unos tres cientos años, tan famosas hasta unos hace cien años que fue cuando llegaron las ideas de la teoría de la relatividad de Einstein y, en particular, a partir de su teoría general de la relatividad. Luego tenemos más recientemente la mecánica cuántica, con todas las maravillosas que ha creado…De hecho, el verdadero origen de mis ideas proviene del intento que se realizó, ahora hará unos cincuenta años, de unir la teoría general de la relatividad de Einstein y la mecánica cuántica. La posición es relativa al lugar donde te encuentras. Existen dos ideas básicas en la física. Una de ellas es la posición y la otra es el movimiento, el devenir en vez del ser. Esto nos lleva directamente a los filósofos pre-socráticos donde Parménides dijo que sólo existía el ser, y Heráclites mantuvo que sólo existía el devenir; así que sólo existe el ser o el devenir…Mi opinión es que el “ser” es más importante, que no podemos pensar en un “devenir” sin un “ser”.
    Julian Barbour, matemático y físico.
    http://www.scribd.com/doc/6599511/PSI-Punset-El-Tiempo-No-Existe

    David Eagleman, neurocientífico de la Universidad de Texas. Las emociones intensas alteran la interpretación del tiempo. Nuestra noción del tiempo es cambiable, la consideración por ejemplo de que la esquizofrenia es alteración de los tiempos en el pensamiento. ¿Existe el Futuro?, la memoria, los recuerdos. Variables del tiempo. Interesante enlace.
    http://www.dailymotion.com/video/x7omf9_david-eagleman-tiempo-y-cerebro-ent_school

    1. qq

      @Q,
      Hola Q:
      En relación con tu último párrafo,añadiré que existen ejercicios fáciles de realizar y que modifican la percepción subjetiva del tiempo,tanto en el sentido de «alargarlo» como en el contrario,permitiéndote realizar las tareas muy tranquilamente o,en caso de los «hiperactivos compulsivos» ( el término es mío) para que no se «angustien» cuando se ven «sin hacer nada»,dicho todo ello con el máximo respeto a la diferencia.Y también para los «holgazanes» como yo,cuando se ven obligados a funcionar con horarios «contra-natura» ( «savajes»,diría yo).

      Nunca usé reloj ni despertador a pesar de trabajar durante años en horario contínuo (disponibilidad 24 horas,de lunes a domingos,festivos incluídos) y otros pocos en turnos que cambiaban semanalmente y dependía de autobuses.Nunca llegué tarde,ningún cliente esperó jamás por mí ni en las reuniones de empresa tampoco;no me sabía los horarios de autobús pero nunca llegué tarde;veía clientes cada hora,etc

      Conozco a muchas personas que necesitan tener una agenda apretada,no parar ni un cuarto de hora porque tienen la sensación de «perder»el tiempo y que no entienden a los que nos pasa lo contrario:deseamos,casi necesitamos,no tener las horas «vendidas» de antemano.Lo que nos lleva a ese otro concepto de actividades «provechosas o útiles» e incluso a la idea de ser,tener,hacer..,jeje…pero no me enrollo.

      Gracias juanarmas,con el permiso de Q,por tan interesante y «raro» artículo,en tu línea de siempre.Saludos a ambos,Q y juanarmas.

      1. juanarmas Autor del artículo

        @qq, podrías enrrollarte 🙂
        Al final intentamos afianzar nuestra personalidad por lo que hacemos, por lo que tenemos o por cómo llenamos nuestro tiempo, como apuntas.
        Un cordial saludo

      2. Q

        @qq,
        Precisamente Eagleman contesta en el enlace a la pregunta de cómo podemos alargar el tiempo y responde qque los cambios alargan el tiempo y la rutina lo acorta, si estos cambios los haces tranquilamente pues imaginaté. Bss

        1. qq

          @Q,
          Sí,el enlace es muy interesante y su idea sobre la esquizofrenia llamativa aunque existen otras personas,no esquizofrénicas ni con otra psicosis,que también las oyen e incluso con las que conversan,etc.

          En mi comentario aludía a algo más personalizado,por decirlo de algún modo,e independiente de si vivimos una rutina o novedades frecuentes.
          Bueno,no hay más que recordar nuestra infancia y lo laaaargos que eran los días y no lo digo en sentido de tediosos,no señor,sino interesantes y divertidos (un crio nunca se aburre…a no ser que los adultos «lo ayuden» a ello).
          Saludos

    2. juanarmas Autor del artículo

      @Q, aunque entraríamos en la filosofía de conceptos, ¿podría hacerse consciente el Ser a través del devenir? ¿sería ésa su función, y con ella, la de todas las manifestaciones que engloban el fenómeno de la Vida? Gracias por los enlaces y por tu comentario, que habré de rumiar 🙂

      1. Q

        @juanarmas,
        Si, y puede ser también que con el devenir te des cuenta de la inmutabilidad del tiempo porque lo esencial permanece, incluso puede que hasta despues de la muerte, lo siento, creo que pronunciado la palabra mágica.

        1. juanarmas Autor del artículo

          @Q, la «palabra mágica» tiene cara y cruz -o mejor dicho, es yin yang-: al decir muerte también has dicho vida. «La inmutabilidad del tiempo»; así también lo creo.

      2. qq

        @juanarmas,
        Hombre,las vasijas en las que se vierte la Vida o,más exactamente,los vehículos como los que la Vida,el Ser ( Lo que no nace ni muere,etc el nombre es lo de menos ) se encarna/expresa/manifiesta tienen fecha de caducidad y es el tiempo quien marca su movimiento ( su devenir) como esa forma/manifestación..pero incluso,esa forma cuando está correctamente «alineada» con su esencia,es capaz de percibir la «falsedad»( lo ilusorio ) del tiempo o,por decirlo de otra forma,la función del tiempo y su naturaleza…bueno,hoy estoy torpe de expresión… (¿ o será torpeza de pensamiento…?).

        1. juanarmas Autor del artículo

          @qq, lo que has señalado, señalado queda. El trabajo interior nos ayuda a experimentar a ráfagas esa falsedad, ese maya, si bien es cierto que la propia dinámica de nuestra vida cotidiana y los patrones de pensamiento, nos arrastra a la periferia.

  10. Raquel

    Buenos días a todos,
    Muy interesante el artículo sobre la esclavitud del tiempo, estamos tan inmersos en esa dictadura del tic tac que no nos percatamos de la importancia que supone hacer con nuestro tiempo lo que nos venga en gana, claro está que es necesario un cierto control , las responsabilidades diarias nos obligan a tener horarios porque si no sería un caos ,pero con unos límites .
    Saludos .

  11. Pitigrilli

    Como considero el tiempo un escaso bien que no se puede comprar, haré un uso brve de el en este magnífico post del amigo Juan Armas.

    Lo importante del tiempo en este espacio tridimensional, no es su uso y aplicaciones…sino su buen uso para sus aplicaciones.

    Personalmente, ando estudiando el uso de mi escaso tiempo en este plan existencial, aplicándolo inconscientemente.

    La consciencia aplica como máximo 50 bits en cada análisis. La inconsciencia, hasta 12.000.000 de bits reconocidos, en cada análisis que hace.

    Desde mi camino del medio.

      1. Pitigrilli

        @juanarmas, Estimado amigo juanarmas: A ese niño dormido-que hay que aclarar que no era mio-, le busqué hasta dos familias. Su Madre era una chica muy joven, de familia desarraigada, de Barcelona, que un día conocimos en la calle una amiga japonesa que convivía conmigo por aquel entonces, y este que te escribe.

        Pero la Madre prefirió el camino mas fácil. Muchas lágrimas llevo a cuestas por esa decisión tan errónea.

        Pero claro, uno intenta ayudar, y a veces la gente no se deja. Gracias a ese niño que duerme en mis pensamientos, nació esta canción en el mismo estudio de grabación donde ultimaba un Long Play para USA. La incluí en el mismo.

        Gracias por el detalle amigo.

  12. diferente

    Me acuerdo de unos «supermegaocupados» amigos que, incluso en el fin de semana, tenían una agenda de asuntos y temas por resolver. Cuando estábamos tomando el desayuno me decían: ¿qué vas a hacer hoy sábado? ¿y mañana?… Me ponían de los nervios…
    Los susodichos tenían instaurado en su hogar «dulce/ frenético hogar» una suerte de disciplina de marcado tono marcial que para él hubiera deseado el más puntero de los ejércitos de tierra, mar y aire..

    Si fueramos capaces de usar el sentido común, que tantas veces nos salva del ridículo, situaciones como éstas no se producirían salvo en las películas……

    Combinemos lentitud y rapidez en su justa medida….suele funcionar en….distancias cortas…

    1. juanarmas Autor del artículo

      @diferente, el equilibrio… ¿Es posible mantener ese equilibrio? En estos días me he planteado hasta qué punto uno ha de luchar para que las cosas en las que uno cree se produzcan, y luchar contra los elementos que se empeñen en no conseguirlo, o bien, si uno ha de fluir con lo que es, aceptar que aún no es el tiempo. Por un lado puedo sentirme que no he dado todo, que no he luchado, que no he sido constante; por otro, que estoy quemando mi energía en algo que la vida me está diciendo que no; que aún no. En esos momentos, cuando se repite una y otra vez, me pregunto precisamente cómo se puede hallar ese punto diáfano de equilibrio (precisamente, en las distancias más cortas y a la vez más lejanas: con uno mismo). Un abrazo.

      1. qq

        @juanarmas,
        Consúltalo con la almohada,los sueños aportan gran claridad sobre uno mismo,el momento vital,lo que viene,qué ha de hacer/evitar…plantéatelo y trabájalo con los sueños:encontrarás la respuesta (te entiendo porque,durante una década más o menos,fué uno de mis «caballos de batalla» jeje..

        1. juanarmas Autor del artículo

          @qq, algo de eso estoy haciendo, si bien aún sin resultados. Un compañero me está ayudando brindándome información. Tu comentario me indica que no es mal camino 🙂 Gracias.

  13. martnelli

    Extraordinario artículo con el que no puedo estar mas de acuerdo. La esclavitud del reloj en la vida diaria es notoria y la prueba la he deducido yo mismo al pasar de trabajador en activo a la situación de jubilado con buena salud y muchas aficiones. Este cambio de titular produce la magia de suprimir la tiranía del reloj y las pautas obligatorias de todas tus actividades. Ahora me hago la reflexión sobre como habría sido mi vida en los últimos 20 años de actividad laboral si no hubiese estado sometido a ella. ¿ Sería mas joven, mas culto, mas comprensivo y mas honesto? . Sinceramente creo que sí. He pasado de sufrir por la falta de tiempo a disfrutar de cada minuto del día. Hay que propagar como sea este concepto.
    Un saludo.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @martnelli, un punto que desafortunadamente no abordó el documental y que cada vez se hará más presente: el tiempo de las personas que han marcado su vida a un horario laboral y una rutina. Me alegro que en su caso haya sido constructivo. En mi padre afortundamente también ha ocurrido. En otros, lamentablemente, el vacío que sienten al ser responsables de tanto tiempo libre -de su vida- les marchita. Sin duda alguna, hay que propagar el concepto del disfrute de la vida, del día a día. Muchas gracias y un cordial saludo.

  14. Azulius

    Buenos días,

    Leemos en el Eclesiastés 3.1-8… Hay un tiempo para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol, un tiempo para callar y un tiempo para hablar… Yo añadiría, y un tiempo para el silencio y un tiempo para el ruido y un tiempo para correr y un tiempo para pararse y sólo escuchar, y un tiempo para la soledad y un tiempo para mirar el tiempo y un tiempo para dejarse acariciar por la vida.. Un tiempo para nacer y un tiempo para morir…

    El pararse y mirar lo hemos convertido en ocio, es ocioso o practica ocio quien un lunes a media mañana no corre y pasea, es ocio leer o simplemente dejar navegar la mente ante placeres como una pintura, una música o el sabor de un helado. Hemos perdido la capacidad de explorar el silencio, porque eso significa reencontrarnos con nuestros interiores, y esos interiores no siempre son índigos, muchas veces son ocres, y da miedo, miedo parar. Mientras estamos en movimiento, no da tiempo a ser y sentir, nada nos obliga a escucharnos el yo interior, por eso, corremos, huimos, de nosotros mismos.

    Parar, recrearnos en lo que nos rodea en el universo, en nuestros universos personales aumenta las aristas de las penurias, de las desventuras, nos obliga a dividir el tempo entre lo que hicimos bien y lo que no y eso es pasar cuentas y eso es medir el tiempo de lo ya no suma, sino resta, las olas de los interiores ya no son espumas de mar sino restos que llegan a las playas de nuestro interior mostrándonos la faz a cámara lenta.

    Tenemos que permitirnos suspendernos en el tiempo, ser conscientes que todo fluye en el tiempo, porque no forma parte de la medida de tiempo que nosotros hemos creado, convertir esa creación en pequeños lapsos de tiempo, en ciclos de vida, disfrutada, saboreada, vivida, olvidarnos de la sensación angustiosa de estar en tránsito permanente y crear un navegar placido y sin tiempos por el devenir de nuestras vidas, una buena travesía.

    Feliz inicio de semana. De azules y sonrisas amplias con olor a transito.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Azulius, «esos interiores no siempre son índigos, muchas veces son ocres, y da miedo, miedo parar. Mientras estamos en movimiento, no da tiempo a ser y sentir, nada nos obliga a escucharnos el yo interior, por eso, corremos, huimos, de nosotros mismos».

      Cierto. Por eso el milagro de la tele, que ofrece el sentido más «bajoventral» del ocio, que ha de ser, como indicas, valorado en su cada vez más creciente y trascendente medida. Vamos a la sociedad del ocio, en el sentido que tu comentario indica. Un abrazo.

  15. Osnofla

    Buenos días a todos, la Primavera ha venido, sacar vuestras sonrisas, abrir los corazones, reír de alegría, llorar de alegría, pero sed buenos o malos, pero sed algo.

    En el tema educacional ya escribí que desde que nace, pasa los primeros meses con sus padres, entre los dos y tres años, debería de empezar a estar con otros niños de su edad y sobre todo comenzar a disfruta de las cosas. Hasta los doce años, no debería tener prisa. Los niños deben participar en la educación, pero dándoles unas variadas maneras de acceder a ella. Salidas al monte o campo, playas, ríos, y demás. Nada de exámenes, siempre fichas de control para no perder el hábito de la escritura y de la ortografía, donde se refleja el conocimiento que la persona va adquiriendo. Muchos dibujos con muchos colores. Formas variadas. Muchos juegos que den que pensar, sobre todo de elementos de fabricación noble. Asentar sin prisa los conocimientos. Idiomas desde pequeños, con música y bailes, es como se aprende mejor las cosas. El tiempo-espacio es en cada momento. Para después se inicia el curso o cursos de asentamiento. Un par de años de adquirir conocimientos más profundos, y sobre todo que nos sirva un poco de guía para saber por donde pueden ir nuestros intereses, no los intereses de los padres o del colegio o tutor.

    Con catorce años y descubiertas las habilidades y gustos del estudiante, lo puedes dirigir a FP, a Ciencias, a Letras o hacía otros temas. Cuatro cursos intensivos acompañados con prácticas reales de las diferentes actividades. Y tiempo libre, mucho tiempo para disfrutar y seguir aprendiendo. Hay muchos temas que se pueden aprender estando en las calles o viendo películas en el cine o asistiendo a conciertos de música variada, al teatro y demás.

    Con dieciocho años ya saben que carrera quieren estudiar o si quieren incorporarse a FP grado superior o realizar alguna otra actividad. Han aprendido en libertad, sin tiempo-espacio que les haya oprimido y estresado. Para cuando acaban la carrera y los master tienen de veintitrés a treinta años, perfecto para iniciar una actividad de trabajo interesante compaginando estudios y trabajo.

    Muchas gracias, querido amigo Juan, sabemos lo que queremos y debemos, solo hay que cogerlo.

    1. Pitigrilli

      @Osnofla, Estimado amigo Osnofla: Me ha gustado, y mucho, la síntesis tan acertada que haces para formar la base de una educación.

      Personalmnte-y con tu permiso-, yo redundaría en los primeros 7 años de la existencia de ese proyecto de Ser humano en construcción. Como vrás, digo Ser humano y no individuo.

      Espero que algún día podamos conversar tranquilamente en tu Atalaya. El Mar/la Mar, es como un bálsamo que nos distancia de las batallas iniciadas por enanos mentales:

      http://www.youtube.com/watch?v=BxQEJ_XPaTw

      Desde mi camino del medio.

    2. zerogravity

      @Osnofla, Buen comentario Osnofla. Gracias. Yo ultimamente, estoy pensando en tener un hijo y me como el koko q no veas con el tema de la educación. Estoy leyendo mucho a Jean Piaget y sus cursos de estimulacion/juego con chavales, a partir de los tres meses, en adelante. Saludos.

    3. Lignium

      @Osnofla, Buenas tardes. Los días que puedo voy a recoger a mi hijo (4 años) al cole, y me sorprende que la mayor parte de los niños salen sin tiempo de merendar para ir a música, kárate, natación, o cualquier otra actividad. Estoy de acuerdo con que los niños tengan tiempo para un desarrollo reposado, estando mentalmente descansados a los 15 años. Después seguro que van a tener que apretar los dientes, pero no llegarán a la línea de salida ya agotados.
      Buen lunes

      1. Osnofla

        @Lignium, Esas cosas son las que digo, y otras muchs más, qe eben realizar hasta los 12 años, más o menos. Aprender sin ser forzados a nada, y cada uno ira forjando, en su crecimiento, su carácter y sus gustos. Lo que se llama definir el presente futuro. Muchas gracias, querido amigo.

  16. Aloe

    Buenos días:
    El tiempo, creo que hay dentro del tiempo diferentes tiempos. Uno pasa sin detenerse, cumple con su cronómetro oculto, nos va midiendo, contando. Hay otro que nosotros utilizamos, pensando que disponemos de él, y cosa graciosa, ese también nos deja tirados en el momento en el que el otro reclama su sitio.

    Perdonadme, la tontería, pero, el tiempo creo que no existe, somos nosotros los que vamos consumiendo de algo que está ahí. De sabios es saber utilizarlo, yo me esfuerzo, pero no creo que lo consigo.

    Tengo una amiga, a la que le han puesto fecha de caducidad y está deseándo que juntas consumamos parte de ese tiempo que nos ha tocado en suerte.

    Creoque es lo que hay que hacer, vivir como mejor se sepa… hay tiempo y tiempos. No es cuestión de cantidad.

    Gracias Juanarmas, excelente .

    http://www.youtube.com/watch?v=MmD0NyERF2I

    1. Pitigrilli

      @Aloe, Estimada amiga Aloe: El tiempo es relativo querida amiga. No lo digo yo-que mas quisiera-, fue un gran físico/filósofo el que lo expresó y demostró de ese modo.

      Prefiero un segundo con Felicidad sin perchas materiales que solo definen al sujeto, que cien años soportando un esqueleto al que solo definen por lo que tiene…y no por lo que Es. ¡Prefiero Ser a tener, querida amiga!:

      http://www.youtube.com/watch?v=Y_1jrHBj7mA

      ¡El anonimato consciente, siempre superará a ese YO fatuo!.

      Desde mi camino del medio.

      1. Aloe

        @Pitigrilli, Un saludo Pitigrilli, estamos de acuerdo, mejor «Ser», mejor,»Estar siendo», mejor utilizar el tiempo en aquello que nos complace y aporta enriquecimiento, sea de la índole que sea. Difícil, poder expresar tantas sensaciones que nos transportan, en el tiempo.
        Mucho se condensa en el tiempo, tanto que si uno no se centra , se pierde. creo…

        Saludos, cordiales 🙂

    2. juanarmas Autor del artículo

      @Aloe, cuando te dan fecha de caducidad se te plantea un gran dilema: luchar contra ello o aceptarlo y ahondar en la guía que la desesperanza inicial te muestra. Coincido con tu comentario; el tiempo vertical, el profundo, el que se vive concientemente, «siéndolo», es el que realmente nos llena y enseña.
      Un cordial saludo.

  17. Osnofla

    Fíjate, hay muchas personas que por las prisas no leerán o habrán leído con suma rapidez el artículo tuyo, querido amigo Juan. Y eso seguro que les ha hecho perder el espíritu central que buscas al exponerlo. Las prisas no son buenas para nada, ni para soñar, ni para Amar, ni para comer, ni para andar….

    En muchas empresas del País Vasco, por poner un ejemplo, y todas las del Grupo MCC Mondragón, hace años, más de 15 años, que se aplicó el tiempo libre, es decir, el trabajador o el directivo, disponen a su libre criterio, albedrio, cumplir con el contrato establecido empresa-trabajador. Si la empresa abre a las 8 horas puede llegar cuando le venga bien, por ejemplo dos horas más tarde pues ha llevado los niños al colegio y ha ido a hacer la compra. Total que ha avisado a la empresa que llegará todos los días dos horas más tarde. Hay personas que recuperan el tiempo quedándose más a la tarde. En varios días a la semana, etcétera. La cuestión es ser libre de atender tú tiempo-espacio, pero siendo responsable de ello. Los trabajadores, en general, están mucho más a gusto y la empresa consigue mejores rendimientos.

    Otra cosa son los horarios. Muchas veces abrimos los comercios en horarios mal implantados, cuando es difícil que tengamos clientes, bien por ser horario de trabajo, por ser horario de estudios, o por estar realizando otro tipo de compras más acordes a las necesidades del día a día, más el trabajo de casa. Los días de apertura y días de cierre. Los horarios de apertura y de cierre, más plantillas de apoyo.

    Las prisas no conllevan a nada bueno, nunca. Gracias otra vez, querido amigo, Juan.

    1. Marquesita

      @Osnofla, Según tengo entendido y no quiero ser quisquillosa, las empresas delgrupo Mondragón hacen un horario de mañana , de 8 horas hasta las 3 de la tarde.Otra cosa es que se lleven los deberes para casa o hables de otros departamentos cuya flexibilidad no implique paros ni retrasos o no perjudique a la empresa.Las empresas no son entes autónomos ,por lo que necesitan sincronizar horarios con las demás.

      1. Osnofla

        @Marquesita, Es obvio querida amiga, que si todos decidiesen coger esos horarios especiales a la vez, no podría ser, de ahí la responsabilidad que asume cada uno con el resto. Quiénes hacen el horario de la mañana, pues me imagino que los que disponen de hijos. El resto seguro que prefiere hacer el horario normal y salir a su hora para aprovechar el tiempo. Lo que si es claro, en cuanto a los horarios, son los dos turnos y un tercero cuando la producción lo demanda pero con nuevas personas contratadas con contrato de obra o temporal. También es cierto que en alguna responsabilidad no se pueda dar esto, pero son las que menos. Y todo está basado en el ejemplo de trabajo experimental que se da en determinadas empresas del grupo para saber que es lo que mejor rinde teniendo en cuenta a los trabajadores y directivos. Muchas gracias por tu respuesta.

    2. juanarmas Autor del artículo

      @Osnofla, es cierto. La propia dinámica de lo actual nos hace devorar la información, bien sea escrita o visual. Supongo que para poder distanciarse de esta intensidad con que se percibe el tiempo, se hace necesario hacer un paréntesis de la vorágine de una gran ciudad: o ponerse malito unas semanas, o bien viajar a otra cultura, o perderse unos días en la naturaleza. Romper el patrón mental.
      La opción de que cada trabajador adecúe su horario a su tiempo me parece bien; un alivio, al menos.
      Por otro lado, como apunta Azulius, está el factor que emplea la prisa para no tener tiempo de ahondar mar adentro, por decirlo así. Un abrazo y gracias por tus aportaciones.

      1. Osnofla

        @juanarmas, Ese ejemplo que me pones, define la figura del muerto en vida. Gracias a ti, las causaliddes están ahí, sigamos aprovechando ese flujo.

  18. Osnofla

    Con las prisas perdemos la relación entre personas, las charlas animadas en torno a un café. Los juegos de entretenimiento. Pero el espacio-tiempo de juego con nuestros hijos y nuestra compañera o compañero. Pero sí somos capaces de dedicar tiempo al trabajo ¡llamado trabajo”. Ejemplos de aprovechamiento del espacio-tiempo es el de Microsoft. Sus trabajadores viven y trabajan en un Paraíso. Tienen las escuelas en el entorno de sus casas y de la empresa, desde guarderías hasta previo acceso a la Universidad, pero si se quieren dedicar a lo suyo lo hacen directamente en su Universidad. Los espacios de trabajo son abiertos, no hay despachos de categorías, estrictos uniformes, su ropa es libre y de coloridos. Sus reuniones son participativas y abiertas a quién pueda aportar algo positivo. Disponen de todo lo necesario en su entorno: cines, ocio, supermercado, librerías, bibliotecas, y muchas cosas más. Y disponen de mucho tiempo libre para estar con su familia y sus amigos, o para dedicarlo a ellos mismos. Nadie trabaja más de seis horas al día y lo hacen en horarios flexibles y abiertos. Son responsables y asumen esa faceta de responsabilidad y trabajo en equipo.

  19. mjm

    Cuando la gente dice…» es que no tengo tiempo para…», yo lo cambio por «es que no destino mi tiempo a… porque lo destino a otra cosa». Y todo está bien, todos somos los dueños de nuestro tiempo.

    Yo sí creo que hay que preocuparse del tiempo y gestionarlo bien, porque precisamente eso es lo que da libertad para dedicarse a las cosas que te gustan y te hacen feliz.

  20. LEMONZO

    Y el tuareg desde la profundidad de su mirada,lo dejo claro para siempre…..

    Si….tu tienes el relog……pero yo,tengo el tiempo…..

    Gracias por su aticulo,como siempre motivo de inspiración y reflexión…….

  21. zerogravity

    El tiempo es ritmo, encontrar un ritmo, que te habra nuevas realidades. Sentir. Rápido o despacio, que dependa de ti. Desde dentro. La atención debe mandar y tu decidir si hacerlo rápido o lento, pero atento, lo mas atento posible. Cambiar de ritmo, jugar con el, deprisa, despacio. Da igual. Cruza la calle, prepara una ensalada, lava los platos, deprisa o despacio, pero decidelo tu, estando atento. Puedes cruzar la calle muy despacio y perderte todo y cruzarla como un rayo y fijar tu atencion y precibir mucho. El tiempo exterior y tu tempo interior….es atención.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @zerogravity, Dándote cuenta, sin juicios. Totalmente de acuerdo. Lo difícil, el camino, es centrar la atención en el eterno ahora donde suceden las cosas; ahí está prácticamente el único reto para quienes seguimos esta via. Muchas gracias por tu comentario.

  22. Osnofla

    Lo que vas comentando en el resto del artículo, es una verdad enorme, tremenda de grande. Perdemos la dignidad como seres humanos y nos vendemos, nos prostituimos al dinero, poco o mucho, pero al dinero. No hay tiempo y sin tiempo no damos valor al espacio, somos incapaces de comprender que ambos están inexorablemente unidos. Como repartimos las tareas, si un día asumes una nueva, como puede ser leer y escribir. Debatir supone disponer de tiempo. Algo estamos haciendo muy mal.

    Hace unos años, dentro de esa fase de saber y descubrir quién era yo, y como cursos más avanzados, descubrí que cada fin de semana, por estar con mis padres y hermanos, cuñadas y sobrinos, más algún amigo y amiga en Valencia, me hacía, después de todos los de la semana, 700 + 700 kilómetros, ida y vuelta. Al mes de cuatro semana eran: 1.400 km. x 4 = 5.600 km., y si eran de cinco semanas pues la cantidad subía hasta los 7.000 km. Claro, el asunto era que al cabo del año eran 10 meses a 4 semanas = 40 semanas, unos 60.000 km tirados a la nada y asumiendo un riesgo tremendo de accidente, bien por error mío o por error de terceros. ¿Qué decidí? Sencillo. Busqué un lugar donde estar más o menos equidistante, dentro de Andalucía, bien comunicado con casi todas las provincias, con aeropuertos que me diesen comunicación fluida y con Ave a Madrid, Córdoba, Sevilla. Tranquilidad y relax. Buen vivir y disfrutando de la Vida en su completa extensión de la palabra. Y me encontré con Marbella, tuve dudas entre Sevilla, mucho ruido y prisas, y Jerez, pequeña y tranquila. Pero me encantó Marbella. Y ahora tenía que buscar una casa y mirar que estuviese cerca, no excesivamente, de los servicios necesarios. Claro no quería una casa enjambre, no. Quería algo que me diese intimidad, pero a su vez estar dentro de lo normal. Pero luego tendría que disponer de tiempo para el jardín, para comprar, para cocinar, para fregar, para limpiar la casa, para atender a los invitados cuando los tuviese, para, para, para, y para hacer lo que normalmente hacía y hago. Claro, me estresaba solo pensar en todo ello, o contrataba a personal que me ayudase o buscaba otra solución. Y zas, apareció. Hablé con la gente del hotel donde estaba hospedado y pregunté algunas cosas que quería saber. Hice cálculos de lo que me gastaba a la semana en hoteles, comidas y cenas, copas, mantenimiento del coche, y viajes de fin de semana. Saqué los números, buenos amigos estos, y negocié con varios hoteles. Decidí quedarme en uno. Me dieron una suite por ser cliente fijo del año. Y me encontré cumpliendo uno de mis sueños y de mis metas utópicas, vivir en un hotel. Desde ese momento pasé a disponer de una Gran Familia de 128 personas. Tenía todos los servicios incluidos: peluquería, masajes, spa, ducha turca, sauna y otros. Piscina cubierta y al aire libre. Gimnasio completo con todos los servicios y elementos a demás de monitores especializados. Tres restaurantes. Desayuno de lo más completo y variado. Prensa de todo tipo diaria. Razón social, domicilio, de mis empresas. Correo directo, Servicios de oficina disponibles, traductores y demás 24 horas al día, Fotocopiadora, fax, teléfono, ordenador de mesa y portátil, wifi… Solarium en la piscina y en la playa hamacas con sombrilla y cafetería-restaurante. Unas vistas maravillosas, una tranquilidad tremenda, salones para reuniones incluidos en el precio y muy grandes, los mismos. Salas de lectura y relax, con los servicios de cafetería, comida, servidos por magnificas personas. Todos los días la suite, aunque no hiciera falta, era ordenada por dos personas asignadas como camareras de planta. Claro que hacían el resto de habitaciones, pero como siempre estaba yo, pues como de la casa. Cuando salía de viaje, me iba al aeropuerto con lo justo, el resto de ropa, libros, música, CD y videos, etcétera, se quedaba siempre en el hotel. Un apartamento de casi 80 metros cuadrados. Parking incluido y servicio de recepción y vigilancia de 24 horas todos los días del año.

    Claro, me levantaba, tomaba un café y agua y a caminar muchos kilómetros. Luego al gimnasio. Después piscina. Luego paseo de recuperación por el puerto pesquero y toma de líquidos. Charla con los pescadores y bolsa de regalo todos los días de pescado recién. De 7 de la mañana a 12 del mediodía era tiempo para mí. Era cuando revisaba mi agenda y veía si tenía reuniones o cosas que hacer. Procuraba juntarlo todo en una misma semana para disponer de tres semanas libres completamente o por lo menos dos. Y elegía playa, música y lectura, en la hamaca y con sombrilla o irme a pasear o coger el coche e irme a alguna población a pasar el día. Al día revisaba dos veces el ordenador, y el teléfono móvil hacia el resto. Siesta si me había quedado en el hotel, es decir, en la playa o paseando por ahí cerca. Unas cervecitas y paseo con los amigos o charlas con los clientes del hotel, ya nos conocíamos de un año para otro, cuatro años seguidos dan para mucho. Y para cenar algo suave elegido por mí o hecho especial por la plantilla de 12 cocineros del hotel. Después música en directo todo el año, bailes de vez en cuando o tranquilidad y esperar al cierre de la cafetería-pub, para ir a tomar una copita con los amigos de la Gran Familia del hotel o con otros, si habíamos quedado.

    Cuando los clientes querían reunirse conmigo venían a Marbella, por lo general, y se quedaban alucinados. Todos con una envidia sana. Y mi trato siempre era el mismo cuando llegaban. Les esperaba el encargado del coche y las maletas. A recepción sin esperar directo a la habitación especial, centro de frutas, agua y cava. Y cuando estaba aseado, según la hora que fuera, quedábamos a comer o cenar, pero lo normal era que llegarán a la tarde y descansaran con los masajes, spa y demás servicios. Claro, al día siguiente alucinados, en el desayuno, nunca dejaba de hacer mi programa, salvo cuando iba de viaje, aunque lo recortase un poco, para se buen anfitrión. Les decía, si hacemos negocio te invito yo, si no hacemos negocio pagas tú tu factura. Nunca dejaba que pagaran, pero muy pocos se fueron sin hacer negocios, era una táctica sencilla y sin maldad.

    Elegí calidad de vida y lo he conseguido. Vivo siempre en un hotel con una Gran Familia y todos los servicios. La propiedad de una vivienda no me llama la atención y a mi hija le quedará lo que le he dado en vida, educación, cultura y saber ser libre. Considero que lo que quede será para la Fundación, la cual se lleva todos los años lo suyo para buenas obras y proyectos. Si me hubiera metido en una hipoteca, más el personal necesario para atender el jardín y otras cosas, y pidiese hacer lo mismo que hago con lo que dispongo en el hotel, me costaría al mes una fortuna. La inteligencia te lleva a adoptar y buscar soluciones lógicas y positivas, además de beneficiosas. No me aburro nunca, dispongo de lo que quiero y disfruto de mi soledad cuando deseo estar con ella. Tengo mi espacio-tiempo de meditación y de estudio; escribo textos, poemas y otras cosas. Hago videos. Pinto cuadros. Estudio los Astros y las Estrellas. No tengo prisa para nada. Me da tiempo a conocer muchas personas de muchos países y de muchas edades. Mis amigos, principalmente las amigas que son mayoría completa, disfrutan mucho cuando vienen a verme o a descansar. Y mi trabajo es una parte de mi Vida, lo suficiente para darme lo que quiero y necesito. El grupo sigue creciendo. Y las personas que trabajan conmigo, juntos en equipo, gozan de los mismos privilegios que yo. Pues no quiero a nadie que trabaje más de cuatro horas al día, salvo trabajos urgentes que te llevan días o semanas, pero que te compensan pues dispones luego de dos o tres meses de ocio casi completo. Trabajar es aprovechar al máximo el tiempo que dedicas a ello en el mejor espacio posible. Y este trabajo se puede hacer en barco, en la playa tomando el sol y bañándote, paseando y demás.

    Amigo Juan. Te agradezco enormemente este artículo, es lo que es para gentes que quieren ser lo que deben ser. Ahora estoy en casa en valencia, en pijama con las zapatillas, y en un rato me irá a pasear y luego una cervecita antes de comer. Siesta, un poco, purito y copita, luego prensa, no me gusta leerla a la mañana, se me indigesta la comida y no es sana tanta mentira. Dentro de pocos días voy para Marbella. En San Sebastián he encontrado el lugar ideal para vivir ahora que regreso a mi Tierra, claro que sigo en Marbella y Andalucía. Ahora toca viajar al extranjero, conocer mundo y nuevas personas.

    Por eso digo que estoy Loco. Desde hace tiempo me propuse hacer esa carrera universitaria, la de psicología, creo que me apuntaré este curso que viene. Pero primero tenía que tener varios master de Locura y utopía, aprender a no mentir, por eso digo a las personas no me cuentes cosas que no miento, y sobre todo aprender a vivir con calidad de vida y sabiendo que hay muchas cosas que aprender y muchas personas de quién aprender. No escribo esto por fardar y dar envidia cochina, no. O hago, como todo lo que escribo y cuento o digo, para que quién quiera vea que lo más difícil se puede conseguir. Solo hay que creer que lo hemos conseguido.

    Muchas gracias, querido amigo Juan y mira que tú sí que eres valiente. Sigue así, trae buenos artículos, como siempre, y yo espero dispuesto con mis Locuras y mi mente a darle curso a la mismísima Vida. ¿Qué es el espacio-tiempo en nuestras vidas?

    Y como no puede ser de otra manera, hoy también os quero.

    1. Conejera del Domund

      @Osnofla,
      Asume que la vida entera es fracasar y fracasar, y aprender de los errores para crecer interiormente. No ganas nada si te aislas del mundo, porque realmente tu mundo, tu tiempo-espacio lo llevas implantado en TU MENTE.

      Por eso no puedo entender que desees tener un «certificado de perdida de tiempo» estudiando psicología.
      No se puede cambiar lo que nos rodea, pero si que podemos cambiarnos a nosotros mismos, interiormente y en el camino espiritual, y por supuesto, sin tener que estudiar dos carreras, correr una supermaratón o viajar miles de km. para descubrirlo.

      Saludos desde la capital del Turia

      P.D: ¿ puedo visitarte a la suite del hotel?

      1. Osnofla

        @Conejera del Domund, Vamos bien, querida amiga, Consejera del Domund. Tú también has captado el mensaje. Claro que no es necesario hacer una, dos o tres o las que sean, carreras universitarias. Lo que expones es más que valido para afrontar los retos de cada día. Lo de la carrera es que me quise apuntar de oyente, para determinados experimentos que queríamos realizar, y la exigencia era ue o matricula o nada. Ni donando alguna cantidad al fondo de esa Universidad. Lo de los kilómetros y la distancia, simplemente era trabajo. Ahora ya es disfrute acompañado de trabajo. Soy de los que digo que: «La creencia que tengamos en una meta, en algo, y la fuerza que imprimamos en esa creencia y en que somos capaces de conseguirla, es la fuerza del alcanzar el objetivo y hacerla real. Por ello, dejé de soñar en posibles y pasé a soñar en utopías conseguidas, d ahí vino el éxito completo».

        Cuando esté instalado otra vez, es decir, las cosas siguen estando allí, pero la persona no, te avisaré y estás, estáis, tú y quién quieras, invitados a pasar unos días.

        De todas maneras lo que mas me interesa son los Proyectos Sociales y Humanitarios que podemos desarrollar en cualquier parte del Mundo mundial.

        Muchas gracias.

    2. qq

      @Osnofla,
      Pues mira,Osnofla,yo viví durante varios años esa experiencia de superkilometrajes diarios los siete días de la semana,sin festivos, a cualquier hora, en autobuses y taxis fundamentalmente y durante ese tiempo simplemente quitaba la lentilla,cerraba el ojo y me entregaba a mis ejercicios que aprendí a hacerlos con el traqueteo del autocar,movimiento y charla de los viajeros,etc…de hecho,siempre que me era posible, prefería el autobús a ir con algún compañero en su coche porque así disponía de ese tiempo para realizar esas tareas que tanto disfrutaba.

      Por el tipo de trabajo y obligada disponibilidad aprendí a vivir casi sin horarios en el sentido de comer,dormir,etc que lo realizaba,si era posible,donde me pillaba la situación por así decirlo y ,si no era factible,cuando podía.Nunca sentí necesidad de eso que llaman desconectar porque, en cuanto cambiaba de actividad ,ocurría automáticamente (¡qué remedio,cuando tienes avisos a cualquier hora y frecuentemente suponen traslados a distancia porque el área geográfica que me correspondía era enorme y con una pésima orografía y peor climatología..en fin,que a la fuerza,ahorcan! ).
      Posteriormente,llegó otra época de años en que muchas horas semanales discurrían,aún lo hacen,al lado de enfermos,frecuentemente en silencio ,dándoles masaje o equivalentes,escuchando sus temores al más allá y hablando sólo si ellos lo desean y sobre lo que quieran conversar,etc o simplemente,a su vera,con las manos cogidas y nada más ( hasta la fecha,nunca «aproveché» ese tiempo para leer,escribir o similares).
      Nunca entendí esa idea de «apurar» el tiempo o hacer por hacer pero tengo claro que cada uno es un mundo,aunque yo,muy claramente y desde la más tierna infancia, soy del pelotón de los «holgazanes»,me encanta «perder el tiempo» que le dicen algunos…
      Saludos.

      1. Osnofla

        @qq, Tú escrito define la actitud de una persona que sabe perfectamente lo que hace y paa que está aquí. Puedes hacerlo de otra manera o manera, más simple, no, tú qieres estar ahí, con ellos, con los que vagan y siguen una trayectoria que tú ya conoces, que has conseguido. Tú eres uno de ellos que tiene una bonita misión paa hacer, te parece poco. Sabes en que me he dado cuenta, lee el escrito y te has descubierto. ¡Somos así, que le vamos a hace! Con todo el cariño y mi aprecio desisteresado, te deseo largo caminar.

        http://alfredokraus.espacioblog.com/post/2007/03/28/kraus-canta-alma-dios-

        1. qq

          @Osnofla,
          ¿ Que me descubrí ???..jeje..para descubrir algo primero ha de estar tapado y no oculto nada,Osnofla.Tampoco lo digo todo a la primera,eso es verdad.
          Algún día me dirás,si lo tienes a bien,a qué te refieres.
          Muchas gracias por el enlace.

      2. Osnofla

        @qq, Buenos días qq. Me referia simplemente a un apartado de tú aportación. Para mí defines clramente quién eres y como eres. Muchas gracias.

        Posteriormente,llegó otra época de años en que muchas horas semanales discurrían,aún lo hacen,al lado de enfermos,frecuentemente en silencio ,dándoles masaje o equivalentes,escuchando sus temores al más allá y hablando sólo si ellos lo desean y sobre lo que quieran conversar,etc o simplemente,a su vera,con las manos cogidas y nada más ( hasta la fecha,nunca “aproveché” ese tiempo para leer,escribir o similares).
        Nunca entendí esa idea de “apurar” el tiempo o hacer por hacer pero tengo claro que cada uno es un mundo,aunque yo,muy claramente y desde la más tierna infancia, soy del pelotón de los “holgazanes”,me encanta “perder el tiempo”

  23. es_María

    Necesito esa hora de más por la mañana en que siento el día intacto. Que nadie pretenda cambiármelo, además de ser momento en el que me siento más limpia, y casi tan nítida como el propio día, sin nadie, Entonces he de pensar sólo en bondad y admiración.
    Tengo que apartar, pues, cualquier cosa que le reste al día, me quiero dedicar a mirar y admirar, que ninguna realidad me reste sueño. Día intacto para hacer luego con él lo que más me plazca, un día entero para una sin que finjas pasado ni te importe el futuro, y preguntes: ¿Qué hora es?, La misma de ayer a está misma hora.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @es_María, comparto esos instantes. Un nuevo intento, fresco, limpio y cargado de energía. Lo difícil es mantener esa apertura según avanza el día. Gracias es_María por destacar esos primeros instantes de tiempo, que a veces, lamentablemente, algunas personas ni siquiera captan, sometidos a las prisas de la rutina.

      1. es_María

        @juanarmas,

        Buenas noches. Gracias a ti siempre Juanma por los magníficos artículos. Es un placer leerte y pensarte.

  24. Marquesita

    Muy interesante éste artículo a la vez que original y hacernos parar el tiempo para reflexionar sobre el mismo.
    Hoy más que nunca el tiempo se ha convertido en un autentico lujo, en el cual el hombre muchas veces comete el error de ser su esclavo o ser exprimido cual naranja ya sea trabajando en empresas, multinacionales cuyos objetivos cada vez son más inalcanzables,o en los juegos olímpicos, consiguiéndose con cada año que pasa nuevos récords.Pienso que el hombre tiene,debe de tener un «tope».
    Las dos cuestiones que se plantean son de tomo y lomo.
    1ª-El hombre se hace activo si, incluso hay quien nace hiperactivo y es arrastrado por la sociedad y a contrarreloj . Vivimos en una sociedad competitiva y el que va primero va dos veces……
    2ª-Hay mucha gente que rellena los espacios vacíos haciendo lo que sea , como si fueran ardillas no tanto pensando en la muerte, sino en no dejar libre al ocio del pensar.Apoyándose en la frase que dice:» el ocio es el patio donde juega el diablo».
    Hay que sacarle tiempo al tiempo para sentirse bien y demostrar que es el hombre el que manda y no el tiempo el que esclaviza.

  25. Pepita

    Para mí la vida y el tiempo se resume en estas palabras:

    La base de la vida es la libertad absoluta, la meta es la alegría, y el resultado de esta perfecta combinación es movimiento hacia adelante o crecimiento.

    El tiempo, seguirá siendo una percepción humana, pero yo prefiero mirar con los ojos del espíritu.
    Buen día, primores.
    Pepita.

      1. Pepita

        @Conejera del Domund,

        Gracias tesoro. Cuánta preocupación por el tiempo ¿verdad?
        Intentamos hacer lo más que podemos para mantenernos en equilibrio con nosotros mismos pero nos exigimos demasiado en términos de tiempo y esfuerzo y eso desequilibra nuestro orden natural. En otras palabras, quemamos la vela en ambos extremos.
        Para que el tiempo sea «provechoso» lo mejor es pensar: «Voy a ser muy, muy, muy feliz y tras eso, haré todo lo que tenga el tiempo de hacer».
        Buena tarde!!!!

    1. Pitigrilli

      @Pepita, Estimada amiga Pepita: Me alegro de que hayas decidido desparramar tu sabiduría por este Blog.

      No solo escribes bellos poemas, sino también bellos y sabios comentarios.

      Permíteme una reflexión, tras leer tu comentario….Tenemos que preparar nuestros deseos, para que cada uno de ellos se convierta en una vela.

      ¡Vas bien, muy bien, querida amiga!.

  26. Auxi

    Mi madre siempre nos decía no importa el tiempo si no el momento o el instante que compartes con alguien sea inolvidable.

  27. Aquisgrán

    Mi primer reloj, me lo regalaron cuando hice la primera comunión , como a muchos, sólo lo lleve ese día , no fué hasta muchos años más tarde que el amor me recompensó con otro reloj y desde entonces pasando por varias de estas máquinas diabólicas estoy condenado como casi todo el mundo a dar campanadas. Actualmente llevo uno de estos artilugios regalo de mi mujer desde hace más de veinte años y sigue en mi muñeca como parte de mi pues con el tiempo les coges cariño , compañero de vicisitudes, imprescindible en muchas ocasiones e inoportuno en los mejores momentos pero inseparable hasta en la ducha.

    Un buen truco es adelantar la máquina , es como si tuviéramos algo de poder sobre el tiempo y cuando muestra su fría realidad y nos apremia , podemos esbozar una sonrisa pues sabemos que aún tenemos margen, con lo que de alguna forma nos hacemos dueños de él.

    En mis peores épocas administrándolo , creía que si inventaran algo para no tener que dormir con lo que doblaríamos nuestro tiempo, que gran error, pues hay que dormir para que cuando estamos despiertos podamos estar bien atentos y así vivir y disfrutar de cada momento, ya sea con la familia, con los amigos , en el trábajo.

    Lo bueno dura poco , eso dicen, y además como que lo bueno si breve dos veces bueno, lo dejo aquí, no quiero robar más tiempo con mis comentarios,

    Muchas gracias por un articulo tan interesante y útil para la reflexión del día a día.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Aquisgrán, muy interesante esa apreciación. Creo que todos -yo lo hago también- utilizamos esa treta para intentar sentirnos menos supeditado. Muchas gracias por tu participación.

  28. juanarmas Autor del artículo

    Gracias por vuestros comentarios.

    Si tuviéramos la seguridad -no como un planteamiento ideológico sino como certeza- de que tras nuestra muerte la vida continuara de alguna forma, ¿viviríamos más acordes a nuestro ritmo natural?

    No sé si resulta revelador, pero sí curioso el que hasta este momento sólo aparezca en un comentario la palabra “muerte”.

    1. zerogravity

      @juanarmas, ¿Y si supiesemos el día exacto de nuestra muerte, desde el dia q nacemos? ¿como sería nuestra relación con el tiempo, con las personas, nuestros objetivos? A mi Juan, me encantaría saber cuando la voy a palmar. No saber la fecha de caducidad…..

    2. es_María

      @juanarmas,

      Si conociésemos nuestro momento de la muerte, sería una forma de vivir/sentir totalmente distinta, por educación, por conciencia y por saber que hasta ahí, como en la ruleta ya no va a más.

    3. Marquesita

      @juanarmas, Si supiera con certeza que hay vida después de la muerte,no me pararía aquí, querría saber que forma de vida , con quien, donde, en fin infinidad de cuestiones…………
      Y contestando a tu preguntina, habría gente que cambiaría para bien otras que lo intentarían y otras que no podrían hacerlo puesto que su naturaleza lo impediría.
      Dicen que todo está escrito (en los genes, en el ADN…) si decodificaran y nos dijeran la fecha de nuestra muerte……….el día anterior a la misma, ni te cuento!!!!!!!!!

    4. qq

      @juanarmas,
      Hola juanarmas:
      Tengo la convicción de esa existencia de la vida después de la muerte y,créeme,me costó años hacerme a ella por lo atosigante que tal idea me parecía; hace años que me resulta indiferente ( porque sé que ,tal idea,es hija de esta manifestación como qq y por lo tanto,poco fiable por ser muy reducida y sesgada ) y,antes y después,sigo percibiendo a la muerte como la gran aliada.
      En mi caso,la convicción que te menciono es más potente que cualquier certeza o,al menos,equiparable a ella.

    5. Osnofla

      @juanarmas, Vaya Juan, ahora vamos de lleno. En el plano en el que vivimos, donde admitimos todo, absolutamente todo lo que nos dicen, sino fíjate en el enlace que me dejaste el otro día, El Despertar, The Awakening de Max Igan, vaya 15 videos, magnifico, pone las cosa en su sitio, pero lo más importante es lo que aparece dentro, no sé si lo has visto, como vamos a hablar de la muerte, si no somos capaces de hablar de nuestra vida en Vida. ¿Cuántas personas crees que estarían dispuestas a saber la fecha de caducidad o vivacidad (vivir de verdad), que no es lo mismo, o la de su muerte o la de su paso al otra dimensión para descansar antes de volver a El Universo en siguiente misión, que tampoco es lo mismo?

      Tengo la ligera sensación, querido amigo, que estamos, que llevamos años de inicio de la nueva actividad, de ese cambio que llama a la puerta a paso firme y que nuestras mentes comienzan a darse cuenta que está ahí. Entonces, ¿hablamos de tiempo-espacio, consciencia consciente de la conciencia, hablamos de morir antes de vivir, destinamos esfuerzos a comprender el miedo y eliminamos los ritmos que nos llevan a sus destierro? ¿Qué queremos Juan? ¿Qué deseamos en nuestro interior que no dejamos fluir? ¿A qué tenemos miedo de verdad?

      Una persona muy entrañable me comentaba, en esos paseos que solemos dar cuando nos vemos: Alfonso, ¿tienes miedo a la muerte? Y yo le decía: ¿quién es esa amiga? Fíjate como has tomado una pregunta que inquieta a la mayor parte de la Humanidad. ¿Cómo es posible que ahora pienses así? Sencillo, respondí. Ahora sé quién soy y por qué y para qué estoy aquí. Y, el muy sin vergüenza, se hecho a reír. Ahora, querido amigo Alfonso, ahora es cuando vas a empezar a vivir de verdad. Y seguimos un rato en silencio, bueno parecía en silencio, aquello era un torbellino, que cabroncete, no hacía más que reírse.

      ¿Cuántas veces Juan, han llamado a tú Mente y tú has dicho: adelante, pasen ustedes? Seguro que algunas. La muerte llama a nuestra puerta cuando tenemos una misión por cumplir más importante que la que estamos desarrollando. Cuando hemos finalizado la que teníamos. O cuando estamos preparados para el “golpe final”, es decir, no morimos en vida, pero el golpe o golpes sufridos han sido tan fuertes que es como si sí nos hubiese pasado. Es entonces cuando se utiliza ese hermoso término de “de verdad estás vivo, parecías un muerto viviente”.

      ¿Cómo es posible que podamos hablar, escribir de temas que no hemos leído, estudiado, ni escuchado, y sin embargo parece que los tenemos ahí en el cerebro almacenados? Cuando leía el otro día, y veía, los siete primeros videos -luego me los he escrito a mano, uno por uno, y luego los he picado en Word- alucinaba pues parecía que estaba escuchando mis palabras, parecía que estaba debatiendo con Max. Pero, cuando avancé en los videos y me encontré con palabras clave, como “los 4 acuerdos” o la séptima profecía de los Mayas, me quedé bastante, mira que estoy Loco, sorprendido. Es decir, se cumple la máxima de que “ir hacía el futuro es regresar al pasado”. Una persona que al finalizar sus videos y explicar su mensaje final, se despide: “Os quiero a todos”, y con unas palabras que parecen inglés pero no lo son: “In lak´ech”, pero mira por donde, cantaba con mi hija, cuando era pequeñita, una canción de niños, en euskera-vasco, que repetíamos mucho, el caso es que la tengo en mi memoria-disco duro grabada, y al leer estas palabras y no encontrar traducción posible en inglés u otros idiomas, me vino a la cabeza la canción y tatareándola me di cuenta que las palabras coincidían. En aquella época los habitantes Mayas se dirigían a otra/s personas, según dice el texto, con un “In lak´ech” y el otro u otras personas, respondían con un “Hala´ken”. Lo primero quiere decir, más o menos: “Gracias a vosotros estoy yo aquí” y la respuesta de ellos era: “Y nosotros a ti”. Bueno Juan, qué quieres que te diga. Y de esos documentos he pasado a otros y a otros, hasta el punto que el espacio-tiempo existe menos que antes en mí vida.

      Fíjate que si Mario, nuestro querido amigo y Tutor, visionase esos 15 videos, solamente con el primero, le bastaría para decir: “leches o similar u otra palabra, por ejemplo, “joder, parece que este hombre está en el Foro de Debates y estuvo en el blog”. Explica El Sistema muy bien. Es por ello que cada día tengo más claro que estamos en el Camino y que esto es imparable. Y como estoy escribiendo una de mis Locuras, pues no sigo pero nos reiremos un rato. Muchas gracias por traer a este Foro, que cada día se está haciendo más especial, a mi amiga la Vida.

      In lak´ech. Os quiero a todos, hoy también.

  29. Anita

    No sé explicar , todavía, el motivo, pero desde mi regreso de India, hace unos días, esa percepción del tiempo lineal, ya no existe. Ni las prisas, ni el reloj, es como si todo pudise esperar pero sin caer por ello en la irresponsabilidad o en la comodidad, todo llega y todo ocurre como ha de ser, pero sin necesidad de propiciarlo, de apurarlo, de crear mil situaciones, todo ocurre pq hay un antes y un después y de modo natural así ha de ser. La tranquilidad y la paz que da este modo de aceptar los efectos del tiempo es indescritible.
    Bqñs.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Anita, si os animais, quizás sería interesante que tanto tú como Cristina compartiérais algunas reflexiones de vuestra experiencia. Sin duda que os habrá resultado transformadora. Un abrazo

      1. Anita

        @juanarmas, Cierto Juan, en todo caso, creo q no es tanto contar, sino poco a poco ir dejando salir la esencia del aprendizaje que ese increíble pais nos ha aportado. Espero que poco a poco, desde este foro, podamos ir compartiéndolo.
        Un beso.

  30. Lignium

    Buenos días. Yo la mitad de cada semana la paso en Tánger, y la otra mitad en España. La diferencia entre el concepto de tiempo en uno y otro lugar es tremenda, y al principio me costó trabajo acostumbrarme (aún hoy a veces me desespero). Creí que el ritmo marroquí era desastroso, esa falta de estress y dar el tiempo necesario a cada cosa. En este momento, no tengo duda de que son mucho más sabios que yo, pues (Anita lo refleja perfectamente en su experiencia sobre la India) no acusan la angustia del tiempo, todo ello sin caer en la irresponsabilidad. Quizá habrá que cambiar el objetivo de nuestra civilización que ahora está enfocado a occidente y aprender de los modos de vida de otras latitudes.
    Tranquilidad y buenos alimentos.

      1. Lignium

        @Marquesita, Un poco no, por eso la mitad de la semana estoy aquí. Los alimentos básicos, pescado, fruta, te, tajin y, en ocasiones, algún aditivo de las montañas del Rif. (Yo no, evidentemente)

  31. manuelymar

    Ignacio tenía una cita a las 14.30 en casa de los padres de su novia para comer. Era la primera vez que le invitaban formalmente y estaba contento porque eso suponía un progreso interesante en la relación que hacía tiempo mantenía con Asunción.

    La casa de campo de la familia de Asunción, donde tendría lugar la comida, se encontraba a unos 45 Km. de la vivienda de Ignacio….una hora de coche escasa por buena carretera y una meteorología excelente para viajar.

    Asi que se compuso adecuadamente para la ocasión, se montó en su coche, encendió su cd player y se puso en camino.

    A mitad de recorrido, sacó de la guantera un paquetito de caramelos blandos, con la mala fortuna de que al abrirlo, se le cayeron todos al suelo. Sonrió recordando cierto chiste y se dispuso a detenerse a la menor oprtunidad para recogerlos. Ignacio era bastante escrupuloso con la limpieza del coche y no era cosa de dejar los caramelitos por el suelo.

    Así que se detuvo en uno de esos sitios anunciados por una señal donde se sugiere parar para ver las vistas. Paró efectivamante y bajó del coche, poniendose a la tarea de encontrar los 15 caramelitos que el envase anunciaba. Los encontró todos menos uno, los puso en la bolsita y buscó una papelera donde tirarla, ya que los caramelitos no llevaban papelito protector.

    Encontró la papelera y arrojó la bolsita. Cuando se dió la vuelta, cayó en la cuenta del paisaje, se apoyó en la barandilla y se puso a contemplarlo: las luces del mediodía, animales en el valle, pajaros volando, dos caballos jugando dentro del cercado de una granja, abajo…

    El caso es que se le fue el santo al cielo, como se dice, y cuando se quiso dar cuenta eran ya las 14.45: llegaba tarde. Intentó telefonear, pero allí no había cobertura, asi que decidió ponerse en marcha cuanto antes, invadido por dos sensaciones contrapuestas: la que acababa de vivir, y la de preocupación por lo que podía pasar. Decidió no preocuparse y continuar.

    Cuando llegó, las caras eran largas; Ignacio explico con detalle lo que le había ocurrido y solo observo aquiescencias de compromiso. La comida no resultó agradable por la atmosfera de tensión achacable a la falta de seriedad de Ignacio, según pudo comprobar tras los cafés en un momento en que se quedó solo y oyo al padre de Asunción decirle a ésta: «No te conviene, no es serio, si en una ocasión como esta demuestra ese respeto, acabara faltándole al respeto a ti.»

    Con las mismas, esperó a que Asunción estuviera al alcance para decirle: «Tengo que marcharme, mañana hablaremos».

    Salió de la casa, se subio al coche, puso el cd player, arrancó y salió.

    Cuando pasó por el lugar donde se detuviera anteriormente, se detuvo. Bajó del coche y se fue al lugar desde donde vio el paisaje. Los caballos estaban tumbados en la hierba uno de ellos tenía la cabeza apoyada en el cuerpo del otro. Se dio cuenta entonces de que tal vez fueran pareja.

    Un pensamiento le vino a la mente entonces:

    «Que les den por el saco».

    Se quedó un rato más hasta que empezó a hacer fresquete, y se dirigió al coche. Al abrir la puerta, en el receptáculo, un paquete de pañuelos higienicos se movió y dejo ver uno de los caramelitos, el que faltaba, lo tomó con los dedos, dudó un momento, y se lo metió en la boca, sintiendo el sabor dulce y ácido de la fresa. Sonrió. Se sento, ajustó su cinturón, encendió el cd player y arrancó con dirección a su casa.

    En el aire podían oirse las notas de «It´s only rock and roll, but i like it», de los Rolling Stones.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @manuelymar, Ignacio se librò de una buena… No me lo imagino en la cena familiar de nochebuena, con su futuro suegro 🙂 Libertad y sumisiòn al protocolo del tiempo. Otro tema. Muchas gracias por el relato.

    2. Osnofla

      @manuelymar, Y le dio tiempo de conocer a una nueva mujer y se felices, ¿a qué sí Ignacio? Todo lo que ocurrió ese día lo pediste, bueno, lo pidió Ignacio y El Universo, bueno, los Amigos de El Universo, disfrazados de caramelos, paquetes de papel frágiles, vistas maravillosas, caballos corriendo al trote o al galope y luego amándose, los pájaros, y todo lo demás, eran ellos que te hacían la gracia. Una sonrisa en tú vida y nada a cambio.

  32. alicia gonzalez

    ¡Qué suerte he tenido de nacer!

    http://www.youtube.com/watch?v=dKN8nsWXHbE

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para estrechar la mano de un amigo
    y poder asistir como testigo
    al milagro de cada amanecer.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para tener la opción de la balanza,
    sopesar la derrota y la esperanza
    con la gloria y el miedo de caer.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para entender que el honesto y el perverso
    son dueños por igual del universo
    aunque tengan distinto parecer.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para callar cuando habla el que más sabe,
    aprender a escuchar, ésa es la clave,
    si se tiene intenciones de saber.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    y lo digo sin falsos triunfalismos,
    la victoria total, la de mí mismo,
    se concreta en el ser y en el no ser.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para cantarle a la gente y a la rosa
    y al perro y al amor y a cualquier cosa
    que pueda el sentimiento recoger.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para tener acceso a la fortuna
    de ser río en lugar de ser laguna,
    de ser lluvia en lugar de ver llover.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    para comer a conciencia la manzana,
    sin el miedo ancestral a la sotana
    o a la venganza final de Lucifer.

    Qué suerte he tenido de nacer,
    Pero sé, bien que sé…
    que algún día también me moriré.
    Si ahora vivo contento con mi suerte,
    sabe Dios qué pensaré cuando mi muerte,
    cuál será en la agonía mi balance, no lo sé,
    nunca estuve en ese trance.

    Pero sé, bien que sé…
    que en mi viaje final escucharé
    el ambiguo tañir de las campanas
    saludando mi adiós, y otra mañana
    y otra voz, como yo, con otro acento,
    cantará a los cuatro vientos…

    Qué suerte, qué suerte he tenido de nacer…

    -Alberto Cortez-

  33. Hipocampo

    Hola y muchas gracias por tu artículo, querido Juan.
    El tiempo-vivido por el hombre es rítmico.
    Hay ritmos con los que nacemos, hay ritmos presentes en la naturaleza, en todo ser vivo, pero otros son ritmos que hemos de ir armando. Son éstos los que varían de unos a otros de nosotros.
    En nuestros movimientos mecánicos aparentamos pocas diferencias, pero en los movimientos interiorizados sí las hay.
    Claro que es esencial no ser esclavos del tiempo. Pero entendido como ser libres de poder hacer pausas, cuando necesario, para discernir si estamos en el ritmo adecuado o para intentar inspirarnos en la forma de restablecerlo cuando nos sabemos fuera de ese orden secreto que se da en todo el universo. Aceptemos como parte de nuestra esencia ese aprendizaje en construir ritmos en equilibrio con lo que nos rodea. Aceptemos momentos de fluidez, otros de brusquedad, suavidad, pero asumamos nuestra responsabilidad para actuar sobre ello. Es una tarea que corresponde, en primera instancia, a cada uno de nosotros. Nadie mejor que uno mismo para reconocerse fluyendo o no.
    Ser «temporales» es algo consustancial al ser corpóreos . Nuestro cuerpo está sometido al tiempo, y es a través de él como experimentamos el espacio y el tiempo. Es paradójico cómo vivimos el tiempo, tanto individualmente como a nivel social, en muchas cosas como si fuésemos eternos y en otras como si el mundo fuese a extinguirse mañana. Momentos en los que sentimos que nos queda muy poco y reaccionamos haciendo lo que habitualmente dejamos para más adelante. Momentos en los que nos invade el miedo a dejar este mundo sin haber hecho tal o cual cosa, o a dejar inacabadas otras… Otros en los que sentimos que podemos contar con la eternidad como plazo, y creemos que nunca es tarde para realizar nuestros sueños. Nos cuesta dar con una fórmula para encontrarnos habitualmente fluyendo y, de cuando en vez, podernos detener para hacer reajustes a los ritmos impuestos. Por ello es frecuente que carezcamos de toda la plasticidad y flexibilidad necesaria para no perder vida.
    Cada uno necesitamos un ritmo diferente para fluir pero encontrándolo estaremos facilitando la conquista de un ritmo armónico como sociedad, permitiendo que toda la humanidad disfrute de una existencia mucho más digna. Porque una existencia en la que no disfrutemos de momentos en los que se nos vaya el santo al cielo, de esos en los que lo que estamos haciendo nos apasiona tanto que nos hace olvidarnos del tiempo, una existencia que no se pueda entregar a la pasión de lo que estemos realizando, es una existencia que devuelve a sí misma y al resto de los humanos poca o ninguna plenitud. En muchas ocasiones, mucho sufrimiento. Y todos deberíamos esforzarnos por encontrar la inspiración para encontar nuestro propio ritmo de vida y así poder contribuir a mejorar el del resto de la sociedad. Aunque hay algo que siempre deberíamos tener presente y es analizar aquello que postergamos. Saber por qué lo estamos haciendo, si es algo que detestamos o es algo que tememos. Porque en aquello que postergamos, muchas veces está la clave de lo que debemos enfrentar, no para hacer lo que no nos gusta si no para conocernos mejor. Como en aquello que queremos hacer cuanto más rápido mejor. A veces son asuntos ineludibles pero… hasta qué punto no podrían hacerse de otra manera?

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Hipocampo, Querida Hipocampo, creo firmemente en lo que apuntas: la naturaleza ritmica de la existencia. La figura de la espiral me resulta afìn a lo que comentas.

      Muchas doctrinas animan a ese distanciamiento, de cuando en cuando -la meta es que èsta se perpetùe en el eterno presente -. Irnos al aseo, por ejemplo, y tomarnos unos minutos para darnos cuenta de lo que bulle dentro: còmo de tensos no sentimos, cuàles son nuestras emociones en ese momento, què hemos estado pensando y què pensamos ahora, etc. Ese simple darse cuenta, nos libera y acerca a esa conexiòn, segùn cuentan.

      Me quedo con esa idea de dignificar nuestra existencia, con la aspiraciòn siquiera de mejorarnos, de evolucionar, de -como le gusta decir a alguien cercano- limpiar el polvo de nuestro corazòn hasta conseguir fundirnos en su centro.

      Me ha alegrado verte por aqui.

      Un abrazo

  34. Meizoso

    Gracias por el artículo Juanarmas. Sobre el tiempo se puede filosofear mucho, llego a no ser capaz de conseguir visualizar la significación real de un concepto tan abstracto, quizá a lo más que llego es a entender el tiempo como una dimensión más que permite la transformación de algo existente o la creación de algo que no existe. Ahí me quedo.

    En cuanto al sentido práctico de la ocupación del mismo. Ese experimento de Richard Wiseman responde a la evolución de un hombre cada vez con más tecnología, herramientas, recursos, inquietudes, quehaceres y sobretodo, «quepagares». Supongo que los primeros hombres que construían «cabañas» para asentarse se darían cuenta que el que dedicaba más tiempo a elaborarla y lo intentaba con más maña y dedicación, al final, solía conseguir un refugio mejor. Y ahí seguramente la climatología jugaría un papel importante en el desarrollo de cada comunidad. A partir cada individuo agenda su tiempo según sus necesidades y el trabajo que conlleva conseguirlas. Las que él elige. El otro dia leía un relato sobre un empresario europeo que paseaba con su yate por la costa Caribeña y al encontrarse con un nativo que pescaba en su barquita el empresario le preguntó qué tal se pescaba por la zona… y el nativo le respondió que pescaba mucho más de lo que necesitaba… el empresario le preguntó entonces si vendía el pescado sobrante y el nativo le respondió que no. El empresario empecinado le sugerió que vendiera el pescado en el poblado, y el nativo siempre respondía lo mismo…. .»para qué?», el empresario seguía relatando… pues para comprar un barco más grande… tener más pescado.. contratar pescadres… crear una lonja.. poder comprar más barcos… y la respuesta del nativo siempre era… para qué?. Al final…. el empresario le dice, pues hombre… porque al final, tienes una red empresarial organizada como yo… y puedes darte el lujo de estar aquí en el Caribe tocándote los huevos (con perdón)…. y el sabio nativo le contesta… no sé si se da cuenta, pero eso ya lo tengo.

    Un abrazo y gracias por el artículo Juanarmas.

    1. atati

      @Meizoso,

      Hola Meizoso. Esta historia del nativo y el turista ricachón hace tiempo que la conozco en diversas versiones, pescados, cocos, plátanos; y siempre me ha parecido la mejor explicación de la absurda manera de vivir que tanta gente occidental ha practicado, y encima, creando una filosofía a imitar que nos ha llevado a donde estamos por mor de tanto afán a hacerse rico. Gracias amigo por recordarme esta inteligente historieta.

      1. juanarmas Autor del artículo

        @atati, pues yo no la conocìa, Meizoso, pero sì que viene a cuento.

        El equilibrio entre ambas visiones quizàs fuera lo idòneo; la duda es saber què clase de sociedad podrìa servir de base para eso.

        Un abrazo a ambos y gracias por vuestros comentarios 🙂

  35. Nacho Rivera

    Gracias por el artículo.

    Con la aparición de la mente inferior o verbal, el hombre deja de depender del presente. Empieza a cuestionarse todo, y una de estas cuestiones es pensar en el antes y el después. Con ello paga un alto peaje, y como dice Kierkegaard, tiempo y angustia son sinónimos. El lenguaje transciende el mundo presente. El hombre adquiere un pasado y anhela un futuro.

    El error es estar constantemente en ese tiempo mental, fluctuando entre el pasado y el futuro. Perdiéndonos ese único y auténtico momento real que es el tiempo presente, el aquí y el ahora. Algo que nos convierte en auténticos autómatas, como muy bien recojes en el artículo, repetitivos , rutinarios y nada creativos. Hemos aplicado el concepto fast food a nuestra forma de vida. Vagamos muy rápido y dormidos.

    Un abrazo presente.

    1. Osnofla

      @Nacho Rivera, Hay trampa en nuestras vidas, querido amigo Nacho. Vivimos en mundos desconocidos, equvocados y somos como somos pues lo vemos y lo ignoramos. Lo presente nos dice: Oiga usted, por qué pasa de largo el presente, está insultando mi inteligencia. Y nosotros ignoramos la suya y la nuestra. Muchas gracias.

    2. juanarmas Autor del artículo

      @Nacho Rivera, asì tambièn veo el cuadro de la situaciòn. Ademàs, la saturaciòn de informaciòn visual y verbal, de emociones tensas y agresivas, del miedo, tambièn se halla presente en el aire que respiramos y «pensamos». Mantenemos una actitud de comernos la vida, de devorarla, y no nos damos cuenta de que como colectivo, nos devoramos nosotros y al medio al hacer esto.

      Un abrazo presente 🙂

  36. ATOMIA

    Siempre he creido que con tantas prisas me he estaba perdiendo mucha belleza gratuita. Por eso hace ya un tiempo decidi reducir mi jornada de trabajo y los viernes los dedico entre otras cosas a no hacer nada y simplemente observar y disfrutar del momento.
    Una vez me conto una amiga coach en inteligencia emocional que en Washington hicieron un experimento. Pusieron a un conocido violinista con su Stradivarius en una estacion de metro en hora punta durante una hora, paso mucha gente y solo pararon 6 personas a escucharlo. Se da la paradoja que muchas personas pagaron cientos de dolares para verle actuar al dia siguiente.
    Gracias por el articulo.

      1. Charo

        @LEMONZO,

        No hace tantos años, cuando venían orquestas de los países del Este, era frecuente ver a los instrumentistas en pequeño grupo o solos, antes del concierto y de los ensayos tocando por las calles para sacar un dinero extra. Vamos, rentabilizando el tiempo.
        Un abrazo

    1. juanarmas Autor del artículo

      @ATOMIA, me parece un buen hàbito, que te darà muchisimo màs que los cuatro compromisos que podrìas haber solventado en ese tiempo.

      En cuanto al experimento algo vi por la red. Al final es cada uno quien sabe -o debiera saber, su propia verdad, sus valores y sus limites-. Si no te gusta la mùsica clàsica y no la disfrutas porque no tienes esa sensibilidad musical, ¿por què no aprovechas tu tiempo en otras aficiones que realmente las disfrutes? La apariencia del buen gusto no deja de ser desde esta perspectiva un engaño vulgar que juega a aparentar aquello para lo que no tiene saber ni gusto.

      En el caso que adjunta Lemonzo, quizàs si Malakian se hubiera vestido con frack… De nuevo la apariencia o el automatismo con que «compartimentamos» las personas y las cosas.

      Gracias por el comentario

  37. MORITO

    El artículo (muy bueno), nos invita a reflexionar y a mirarnos al espejo para ver cómo administramos nuestro tiempo, que tiene la virtud de volar cuando nos encontramos en la Gloria y de pasar con lentitud desesperante cuando por alguna razón tenemos prisa.
    Al igual que alguno de los foristas, hace muchos años que ni uso reloj, ni despertador, sin que por ello deje de ser puntual, que es algo que viviendo en Sevilla te hace parecer un bicho raro, ya que el 90% de la población es extremadamente informal a la hora de respetar los horarios de sus compromisos.
    Como ejercicio sano, que me permite «coger de frente las olas del tiempo», me levanto una hora antes de lo preciso todos los días, ya sea para acudir al trabajo, o con motivo de ir a pasear, de manera que disfruto toda la jornada de ésa ventaja y evito cualquier tensión por posibles imprevistos.
    De cualquier modo, creo que nos pasamos la vida corriendo y tratando de ganar batallas que no son más que asuntos de menor cuantía y que lo realmente importante es que nos espera la eternidad, en donde a buen seguro que no existen los problemas que nos agobian en este mundo y desde donde nos reiremos cuando veamos nuestro pasado.
    Tengo un buen amigo, muy dormilón, que a menudo me dice: Si alguna ventaja le veo a morirse, es que por fin me van a dejar dormir en paz.
    Un saludo cordial.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @MORITO, compartimos dos costumbres. Darnos tiempo para despertarnos y «sintonizar» con el dìa que despierta me parece un hàbito esencial. Un cordial saludo y gracias por el comentario.

  38. atati

    Una de las muchas tonterías que hemos hecho gracias al crecimiento económico de los últimos 20 años, ha sido someter a los niños a un intenso horario de actividades extraescolares como bien apunta Juan en su artículo de hoy.

    Era asombroso cómo podían tener tiempo para tantas obligaciones: cursos de judo, música, danza, pintura, costura, deportes varios, idiomas, cocina, teatro, y qué sé yo cuantas cosas más. Y algunos niños y niñas iban a dos o tres de estas sesiones.

    Con tanto trajín era imposible que hubiera tiempo para una de las facetas más fundamentales en la vida de todo niño, como es la convivencia con otros niños sólo para jugar en aquello que más les apetezca, les aparezca de improviso, o imaginen.

    De esta manera los niños eran sometidos a una tensión estresante, con los efectos correspondientes que aporta toda tensión excesiva; además de impedir la necesaria espontaneidad sin cuya presencia se hace imposible la facultad de la imaginación.

    Debe de ser muy triste para un niño el hecho de vivir tan tensionado y sin posibilidades de utilizar la imaginación ni aprender jugando y viviendo aventuras con la pandilla.

    Menos mal que la crisis económica ha liberado a estos niños de tanta presión, debido a lo costoso de estas actividades extraescolares que ya muchos padres no pueden permitírselo. De todo hay que intentar ver el aspecto positivo, y al menos para los niños, espero que les vaya mucho mejor a partir de ahora.

    Gracias Juan por tu interesante artículo, y cuando sólo se trabajen 15 horas en el futuro, ya verás cómo las nuevas generaciones no tendrán ningún problema en adaptarse y encontrar fórmulas alternativas de «matar el rato» y, espero, de hacer más deporte y vida sana al aire libre.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @atati, me temo que con el desarrollo del comercio de la vida virtual, nos esperan juegos y actividades que ni sospechamos.
      Esta saturación de vida virtual -televisiòn, internet y videojuegos- ha disminuido considerablemente el inmenso poder de la imaginación en los niños. Y si un niño cuando es niño no abre su imaginación, ¿còmo se plantearà la imaginaciòn de adulto?
      La imaginaciòn -que no la fantasìa- serà la ùnica alternativa que pueda con lo previsible de nuestro razonamiento. En lo corporal-que tambièn es mental y anìmico- la actividad fìsica al aire libre es la mas natural y sana medicina 🙂
      Un abrazo y gracias por tu participaciòn.

  39. FERNANDO

    Estupendo artículo. Por cuestión de trabajo viajo mucho, entre otros lugares a zonas rurales y de montaña y ello me permite conocer a personas maravillosas que no aparecen en los libros, ni en la TV. Gentes que viven en pueblos de montaña, que no saben quienes son la Esteban & Co., que no utilizan reloj, y viven en simbiosis con la naturaleza que les rodea. Os aconsejo descubrirlos. El compartir unas horas con algunas de estas personas, la mayoría son mayores, es impagable. Descubrir de nuevo el placer de una charla sosegada, sin vicios ideológicos, ni plazos de tiempo marcados. La aplicación que hacen de la inteligencia natural, fruto de la experiencia, a los problemas actuales ( y a veces ellos desconocen el tema que les planteas ) es en muchas ocasiones sorprendente y enriquecedora.

    1. Osnofla

      @FERNANDO, Es que entre Pitagoras y Leonardo dejaron todo lleno de inteligencia popular y de la buena. Gracias y éxitos en esos viajes. La Madre Naturaleza nos premiará si le hemos dado cariño y Amor, en caso contrario, veremos……

    2. juanarmas Autor del artículo

      @FERNANDO, comparto lo que señalas. Las personas que aùn viven en su medio natural estan màs enraizadas con la Inteligencia. Un cordial saludo y gracias por el comentario.

  40. Maytreya

    Yo soy mayor (que no soy niño) y aun dedico parte de mi tiempo a jugar. Juego a las cartas, en cuanto nos juntamos cuatro o cinco amigos les digo “¿jugamos al pasword, jugamos a las películas?”me encanta jugar es algo interesantísimo, desarrollas la imaginación, te conoces, te ríes, reaccionas tal y como eres.

    No me gustan los muy ocupados, no me parecen muy personas muy importantes, me parecen personas que no saben distribuir su tiempo, uno puede tener un trabajo muy importante, pero hacer sagrado su tiempo libre, más que un éxito, me parece un fracaso en su vida.

    No llevo reloj, no uso despertador, me despierto con la mente.

    Me gusta la efectividad en el trabajo, precisamente para no perder el tiempo haciendo una cosa en tres pasos cuando se puede hacer en dos y restarlo del tiempo libre, me gusta irme de fin de semana y sacarme solo el billete de ida ya volveré cuando quiera, me gusta salir y no tener hora de volver.

    Me gusta estar al lado del mar sin hacer nada.

    Como en todo, al final te das cuenta que en el equilibrio esta la virtud, ni lento ni estresado.

    Me he leído todo el articulo tranquilamente y todos los comentarios hasta los de Osnofla, he disfrutado el articulo y le doy las gracias a Juan, aprovecho para pedir, menos artículos al día, si es posible ya que muchos se me pasan sin leerlos.

    1. Osnofla

      @Maytreya,Lo siento, pero eso de breve dos veces bueno, no me lo creo. Y el otro día dije que mi buen amigo Goio Ordóñez, cuando me llevaba a las ruedas de prensa que daba él, pues yo me curraba sacar la pasta para los líos que montábamos, ahora sí, los dos, me decía, una rueda de prensa debe ser un titular, pocas preguntas y un buen aperitivo. Es ahí donde coges al periodista o a la, y le metes el resto. Eso lo agradecen, pues se sienten con una exclusiva. Yo por eso mismo agrando mi escrito, pues no se cortar a tiempo y se me va la cabeza, y además como va dirigido una exclusiva cada vez, pues a quién le toca leerme le vacuna para el resto del año. Que gracias y seguimos, que esto cada vez va cogiendo más fuerza y el Camino que merecemos todos. Muchas gracias querida amiga.

    2. juanarmas Autor del artículo

      @Maytreya, ¿no te da tiempo? 🙂
      Fuera bromas, me parece una manera sana de vivir. La actitud del juego responsable es la que señalan algunas doctrinas y, curiosamente,siendo algo natural, con lo que nacemos, solemos perderlos cuando nos hacemos «maduros». Gracias Maytreya por tu participaciòn.

  41. Charo

    Mira como corre Mafalda, que bien se lo pasa, no es que tenga prisa para ir a ninguna parte, corre porque la divierte, mientras, su madre tiene que correr hasta para ir a divertirse.

    A Mafalda los días le parecen eternos, sobre todo cuando tiene cole, en cambio a su madre se la está empezando a juntar el desayuno con la cena, y el lunes con el lunes siguiente, y para ella la hora ya solo tiene diez minutos.

    Mafalda tiene ganas de ser mayor para poder cambiar el mundo (suponiendo que el mundo no le cambie a ella), pero lo ve lejíiisimos, la madre ya no aspira a cambiar el mundo, no tiene tiempo, con poder cambiar su vida se conformaría.

    ¿Quien sería el cenizo que un día clavó una estaca en el suelo y se dio cuenta de que la sombra se movía? ¡Con lo bien que estábamos!

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Charo, el gran Quino tiene un texto excelente:

      «Pienso que la forma en que la vida fluye esta mal. Debería ser al revés: uno debería morir primero, para salir de eso de una vez. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí. Entonces empiezas a trabajar y trabajas por cuarenta años, hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación. Luego fiestas, fiestas negras, parrandeadas, drogas, alcohol, diversión, novias, novios, todo, hasta que estas listo para enterar a la secundaria… Después pasas a la primaria, y eres un niño que se la pasa jugando sin responsabilidades de ningún tipo… Luego pasas a ser un bebé, y vas de nuevo al vientre materno, y ahí pasas los mejores y últimos 9 meses de tu vida flotando en un líquido amniótico y tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo…

      ¡¡¡ESO SI ES VIDA!!!» Quino

      http://www.youtube.com/watch?v=SDIl3RvHvwo
      ¿Y si la Tierra viviera toda al mismo tiempo los dias y las noches?
      Un abrazo, googleado 🙂

      1. Charo

        @juanarmas,

        😀 😀 😀 No paro de reirme Juan.

        No te creas que eso no lo he pensado yo, pero al final pensé que no era un buen invento.

        Vamos a ver
        ¿ Cuando haces la carrera?, ¿con Alzheimer en la residencia de ancianos?, ¿o cuando ya no te va a valer para nada porque ya estás cobrando la jubilación?

        Lo del trabajo¡ fatal!¿ Te imaginas con toda la experiencia del mundo trabajando de becario? ¿por cuatro duros y explotado después de haber entrado en la empresa ocupando un puesto destacado?
        _____________________________________________________________

        -«¿Y si la Tierra viviera toda al mismo tiempo los dias y las noches?»-

        Pero eso no puede ser Juanitooooo, pero no ves que entonces para que pudiera pasar la luz el mundo tendría que ser transparente, y entonces veríamos a las australianas y las australianas verían a los escoceses . 😐

        Un abrazo, amigo. 🙂

  42. Bgrial

    Hola,

    El tiempo; Mi tiempo; Pequeñas alegrías »Hesse»

    No todos vivimos en un mismo ritmo pero si todos vivimos bajo una misma medida, un día 24 horas. Ya está, el resto depende de nuestra percepción y savoir faire porque no todos tenemos el mismo ritmo ni el mismo tiempo

    Olas sobre una roca desierta T.Moix

    Me apunto aperder el tiempo así y a diaio un poquito de slow que entre y es que tiene efecto dominó, pero que no hace falta ser caracol… Para ser eficiente hace falta tiempo, para buscar soluciones hace falta tiempo… y si tu hijo/a lo ve, lo aprende y si le resulta, lo practica…

    Saludos

  43. be

    Supongo que el tiempo, si has conseguido dominarlo o vencerlo, imponerte a él, será un gran arma vital para triunfar.
    Y al revés, si te gana, si va por delante de ti y corres detrás de él, serás una víctima, y encima, con problemas de salud.
    Buenísimo el artículo y las aportaciones de todos vosotros.
    Me ha dado envidia leeros a muchos, parece que predomináis los que habéis ganado la lucha contra el reloj. Envidia sana. Ya me contaréis el truco…

    1. MichaelScruse

      @be, el truco del tiempo lo tienes que buscar tú, en tu interior, primero hay que sentirse muy bien con uno mismo, y despues el tiempo se para sólo, sin querer, sin advertirlo, pero funciona ! Intentalo…

        1. MichaelScruse

          @be, habrá crisis mientras los bancos no vendan su excedente inmobiliario o bien se los compre el Sr. Zapatero, pero mientras tanto hay que adaptarse a lo necesario vital y seguir sonriendo porque el problema lo tenemos todos, el rico, el pobre, el guapo y el feo, pero si sonríes sobrevives mejor al problema y es ahí cuando el reloj de repente convierte la horas en minutos, los minutos en segundos, etc… hasta que por fin el reloj se ha parado !

    2. juanarmas Autor del artículo

      @be, creo que pocas son las personas que puedan sentirse del todo libres de la presión del reloj; es inevitable si formamos parte activa de la sociedad desempeñando una labor.

      No sé si hay métodos o no, pero quizás ayudaría cualquier actividad, «seria» o divertida, de estudio u ocio, que nos ayudara a olvidarnos de lo que queda por hacer, incluso olvidarnos de nosotros mismos, y nos permitiera entregarnos a la labor/juego de ese (único) momento presente. Al fin y al cabo, si conseguimos sentirnos a gusto con el momento, nos anclamos en él. Niños, naturaleza y animales saben bien de esto 🙂

      Que esa crisis pase pronto. Gracias por el comentario

      1. be

        @juanarmas,

        Sí, seguro que tienes razón, evadirse un poquitín de vez en cuando también es una solución.
        Gracias a tí, Juan, por tu artículo y la atenta dedicación posterior con todos nuestros comentarios. Digno de alabanza.

  44. Tata

    Desde hace tiempo hay un lugar que me llama. Un lugar donde las noches se duermen y los días se viven. Un lugar en el que el pan sabe a pan y el silencio suena a silencio. Un lugar que llena de armonía mis sentidos, un lugar cerca de la civilización pero no de la locura. Un lugar donde el tiempo se vive y se alarga. Un lugar de risas frescas, cuerpos equilibrados entre el trabajo y el descanso y mentes serenas.
    Hay un lugar que me llama, y por ahora solo le presto los fines de semana, pero cada vez estoy más cerca.
    Allá que voy¡¡¡…

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Tata, ése es para muchos el lugar «sagrado»; el que luego nos enseña a proyectar poco a poco esa «sacralidad», vayamos donde vayamos.

      Yo también tengo uno, si bien en lo físico no puedo acceder por lejanía todos los días a él; y en lo personal, a veces no puede superar mis murallas, y no me permito llegar a él. Leerte me ha acercado. Gracias.

  45. Carmen Macias ''Cascabel''

    Me gustan los relojes, pero tengo una relación especial con ellos… cuando me regalan uno, siempre doy una moneda a quién me lo regaló… evito el mal feng shui…
    Según el feng shui, regalar un reloj es una ofensa… ya que es un simbolo que limita los tiempos…

    Es curioso esta mañana salí de casa con un espiritu renovado, primaveral. Leí tu artículo, desayune y me fuí a trabajar… he estado atareada, y de repente he mirado mi reloj… solo eran las 12.30h, mi reloj interior me decía que había pasado mucho más tiempo…
    Durante la tarde/noche he compartido tertulia con amigas… cuando nos hemos dado cuenta eran las mil… que relativo es el tiempo!

    Llevo reloj, me gustan, pero sé olvidarme de él.
    Instintivamente uso mi reloj interior, este no se equivoca nunca, no hay que adelantarlo ni retrasarlo…

    Feliz Primavera!!!

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Carmen Macias »Cascabel», no sabía lo de la ofensa según el fen shui. Eso creo nos ha pasado a todos. Es un punto muy importante el que señalas, ya que también es una prueba más de hasta qué punto el tiempo puede ser estructurado por conveniencia colectiva, pero varía tanto como pueden variar otros valores subjetivos, como la belleza, el humor, etc.

      Ser pragmático con el reloj, usarlo como herramienta según convenga, e intentar dar prioridad y ahondar en el «reloj interno». Totalmente de acuerdo.

      Gracias por tu comentario y Feliz primavera 🙂

  46. MARIAJO

    Siempre he tenido la suerte de que mi reloj no funcionara bien. Atrasado ha vivido conmigo todos estos años y lo que es peor, jamás lo he puesto a su hora, porque cuando iba a hacerlo siempre me preguntaba si era la real, o la real era la mía. Lo reconozco. He nacido pachorra, he vivido pachorra y espero que la muerte sea igual de pachorra conmigo. No tengo ninguna prisa para nada. Creo que soy una privilegiada.
    Muy buen articulo Juan. Un abrazo.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @MARIAJO, dí que sí. Antes se comentaba en el hilo el truquillo de adelantar el reloj para intentar engañar al tiempo, si bien no deja de ser un engaño a uno mismo. Un engaño que asumismos porque nos da un pequeño respiro.

      La actitud pachorra, como dices, es un privilegio; más, cuando nos vemos rodeados -en cierto sentido «presionados»- por la visión mayoritaria de las prisas, de la ocupación como sinónimo de vida activa, de vida plena.

      Creo que, junto con la inventiva en las variantes del ocio -más enriquecido que el mero estar en pierna suelta-, existirá una corriente que dignificará la holgazanería, otorgándole un valor creativo, y no sólo como hoy figura en el diccionario.

      Gracias por tu comentario. Un abrazo

  47. Esencia

    Un día decides quitarte el reloj de la muñeca, convencida de que el tiempo se ha detenido, o queriéndote perder o confundir en él y descubres que el tiempo está marcado a tu alrededor en todos sitios, como ese tirano que controla tu vida, en el ordenador, en el móvil, en la calle, en la pared, en el coche…midiendo el tiempo y piensas…que distintas son esas medidas…una hora al lado del ser amado, una hora al lado de un profundo dolor…es todo tan relativo…

    Gracias Juanarmas. Un abrazo.

    1. juanarmas Autor del artículo

      @Querida Esencia, efectivamente. La ausencia del reloj sólo se respeta en los excusados (por ahora)… o bien se olvida deliberadamente donde no interesa su presencia, como en casinos. Pero el Capitán reloj, como decían los algonquinos, ha colonizado todas las facetas visibles de nuestro mundo, convirtiéndose en la «cocalización» que comentaba Jay Griffiths.

      Aunque no existieran relojes, estamos tan aprendidos a llevar ese tictac en nuestra percepción -como el Conejo Blanco de Alicia-, que imagino conllevaría varias generaciones sin relojes ni menciones al tiempo fraccionado, el que de nuevo el ser humano volviera a confiar en la sabia relatividad de su reloj interno.

      Un abrazo 🙂

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